El arte da con la horma de su zapato

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

En la exposición en la sala Apo?strophe se pueden ver piezas que los artistas han creado sobre hormas de madera.
En la exposición en la sala Apo?strophe se pueden ver piezas que los artistas han creado sobre hormas de madera. xoán carlos gil< / span>

Artistas locales se suman al Proyecto Andante creando nuevas piezas para la colección, que se expone en Vigo, del arquitecto Ramón Álvarez

30 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El descubrimiento de decenas de hormas de madera en una antigua fábrica dio pie (nunca mejor dicho) al arquitecto alaricano Ramón Álvarez al inicio de una colección que no se quedó en la mera acumulación de piezas. Aquel hallazgo se transformó en el inicio de una gran colección de obras de arte en la que artistas españoles y extranjeros y de campos tan diversos como la pintura, la escultura, la fotografía o la moda, recibían una horma de zapato con el reto de transformarla en una pieza artística con el fin de promocionar el arte contemporáneo.

Actualmente, la compilación de Álvarez supera las 750 piezas creadas por artistas de más de 20 países.

La sala de arte Apo?strophe, ubicada en el centro Comercial Plaza Elíptica, alberga hasta el sábado, 3 de octubre, una selección de esas piezas a las que se han sumado otras creadas por artistas locales que han sido invitados a formar parte de lo que ha sido bautizado como Proyecto Andante.

La muestra se compone de un centenar de obras, en su gran mayoría creadas por artistas de la provincia entre los cuales figuran Manolo Paz, Xaquín Chaves o Antón Pulido. También se exponen piezas de otros conocidos creadores como Ramón Conde, Roberto Verino, Vari Caramés o Moncho Borrajo y varias instalaciones hechas in situ, como la creada por Miguel Núñez. Se puede visitar de 18.00 a 21.00 horas y el último día se celebrará una performance a modo de cierre.

El coleccionista define su repertorio de piezas como «abierta, democrática y atemporal». El año 2010 marca el inicio de esta afición con vocación de seguir creciendo «mientras haya una horma virgen que entregar y alguien dispuesto a transformarla en arte sin contraprestación económica a cambio», indica. Y es que como apostilla Sara Pérez Bello, una de las coordinadoras de la sala viguesa, los autores que deciden participar lo hacen de una forma totalmente altruista. «Reciben la pieza, la transforman y la entregan. Lo que tienen es libertar absoluta a la hora de hacer lo que consideren con su horma. Ha habido de todo, hasta quién ha decido trocearla», explica.

A finales del 2012 la colección alcanzó las 500 piezas con una obra realizada por el Premio Nacional de Diseño Alberto Corazón.

El objetivo del propietario de esta curiosa serie es lograr que alguna institución pública o privada se interese por la colección e impulse la creación de una sede para su exposición permanente.