El juez decano presionará para que el juzgado de preferentes siga abierto hasta el 2016
VIGO CIUDAD
Los dos juezas tienen juicios en su agenda hasta noviembre
04 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El juez decano de Vigo, Germán Serrano, reiterará su petición para que el juzgado especial de preferentes prorrogue su misión más allá del 30 de septiembre, fecha en que terminará su actividad. La idea es enviar un informe al Tribunal Superior y al Poder Judicial con el número de procedimientos entrantes y los señalamientos para justificar que la sala viguesa siga abierta hasta finales de año, como mínimo.
Actualmente las dos juezas están sobrecargadas de trabajo y tienen señaladas en sus agendas fechas para celebrar juicios de productos híbridos hasta noviembre. Fuentes del propio juzgado admiten que «es imposible celebrar todos los juicios en septiembre porque ya hay otros previstos más adelante».
En lo que va de año, los afectados han presentado 185 demandas de preferentes pero el juzgado ya arrastraba en enero otros 300 casos pendientes de resolver. Dos juezas trabajan a destajo desde hace diez meses con la orden expresa del TSXG de liquidar cuanto antes los pleitos que faltan y cerrar el juzgado.
La titular del juzgado, procedente de Tui y que estaba en comisión de servicios, adquirió la condición de juez adscrito territorial (JAT). Eso supone que ahora depende del presidente del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) y no del Poder Judicial, por lo que el TSXG tiene potestad para prorrogar su misión cuantas veces haga falta hasta finalizar los juicios.
El presidente del TSXG, Miguel Ángel Cadenas, admitió en junio, durante la reunión en Vigo con otros vocales del alto tribunal, que el juzgado de preferentes seguirá abierto mientras sea necesario y su misión se prorrogará las veces que haga falta hasta terminar su misión. En aquella junta, el decano ya pidió una prórroga hasta el 30 de diciembre, sobre la que ahora insistirá.
Las demandas todavía siguen entrando en Vigo pero a goteo, una veintena al mes. En muchos casos, el banco llega a un acuerdo extrajudicial con el cliente y cierran un trato antes de ir a juicio. Esos pactos han liberado al juzgado de cientos de casos pero todavía tiene pendientes otro centenar de juicios como mínimo en los que los ahorradores reclaman la devolución de la quita.