Equilibrio perfecto

Xosé R. Castro FONDO NORTE

GRADA DE RÍO

31 ago 2015 . Actualizado a las 19:30 h.

Fontás y Nolito son casi inseparables. El fútbol los ha vuelto a reencontrar en la otra esquina del mapa peninsular y su amistad ya se antoja inquebrantable.

Puede que el catalán y el andaluz formen un equilibrio perfecto. Porque en origen casi nada tienen en común. Ni en lo físico, ni en la mentalidad. Andreu es de sesudos análisis, más pausado y más reservado. Nolito es extrovertido, divertido y con don de gentes. El magnetismo que tiene sobre el campo lo traslada también a la calle.

Pero los dos forman una sociedad perfecta en lo personal que tiene su extrapolación en lo profesional. En un verano con tantas novias para ambos, seguro que Andreu analizó con Nolo los pros y los contras de seguir en Vigo para que su sueño de Eurocopa se pueda hacer realidad. Y Nolo, con su gracejo, seguro que le puso el punto sobre las íes para que Fontás no acabase en Italia, en un fútbol que seguramente no apreciaría su don para la salida de balón.

Los dos amigos del Barcelona B han encontrado en Vigo y en el Celta su sitio ideal en el fútbol hasta el punto de que Andreu, que en su vida apenas había marcado un par de goles (uno de blaugrana contra el Celta en Segunda en Balaídos) ha sido capaz de estrenarse. Y lo ha hecho por su compenetración con Nolito. Sabía que el balón iría ahí. Que su compadre se la daría medida. Un gol que refuerza vínculos fraternales en dos jugadores fundamentales para el sueño del Celta.