«Cuando aumentan los peces en el agua siempre acabas pescando más»

jorge bravo VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Alba Perez

Los comerciantes de la zona centro celebran la llegada de los trasatlánticos

28 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

A primera hora de la mañana de ayer atracaba en Vigo el segundo trasatlántico más grande del mundo. El Anthem of the Seas, de la Royal Caribbean Company, transportaba a bordo más de 6.000 personas, entre cruceristas y tripulantes. Una buena noticia para el comercio de la zona centro. Sin embargo, los pequeños empresarios del Casco Vello terminaron la jornada con un sabor agridulce.

Los hosteleros son los que más público recibieron. En el restaurante La Marina, Julio Fernández explica que durante este año «hubo bastante gente», pero que si durante julio y el inicio de agosto «estábamos al 100 %, hoy [por ayer] estuvimos al 80 %». Hipólito, dueño del bar Cocedero, se muestra eufórico: «Claro que sí, moitísima xente». No obstante, aclara que la afluencia de público «depende do tempo», y que la tendencia está siendo «á baixa», fundamentalmente por el fin del turismo nacional. Un análisis más pesimista lo muestra Gustavo Trenzado, dueño del mesón O Portón. Explica que en su negocio «vienen los tripulantes», pero que, en cambio, los cruceristas «no dejan un duro», sentencia. «Con suerte hacemos tres cafés con leche y un capuchino, se nota la afluencia cuando es la línea inaugural, que viene mucha gente a ver el barco, como cuando recaló el Oasis of the Seas. Será que se gastan el dinero en las tiendas», termina Trenzado. Carlos Pato, que regenta una joyería en la Porta do Sol, cree que los beneficiados «son las cafeterías». «Se puede decir que sí», responde a si ha notado un aumento de clientes gracias al trasatlántico, al tiempo que añade: «Cuando aumentan los peces en el agua siempre acabas pescando más».

Juan Antonio Marcote regenta la tienda gastronómica Arjeriz, de la calle Carral. Desde su mostrador confiesa que «siempre se nota la llegada de los cruceros» aunque «no es tanto como se dice». Aclara que los turistas «no puede llevar todas las botellas que quieran» porque no lo tienen permitido. No obstante, reconoce que estos cruceros «siempre vienen muy bien». La misma sensación la tiene Dori Domínguez, de la tienda Encajes Cabo Vilano. En este local dedicado a los tejidos de Camariñas notaron ayer «más gente», pero no cree que los trasatlánticos que queden por llegar traigan más clientes: «No todos los barcos funcionan igual», concluye.

Los locales del entorno de la Praza da Constitución notaron una mayor afluencia de visitantes, «siempre que hubo barcos, hubo más gente», explican desde la cafetería Vaniris. Los turistas siguen sin alejarse del centro. En Elduayen, tiendas como La Urbana Bike confiesan que no notan la llegada de los trasatlánticos.