Entelequia lusogalaica

Carlos Punzón
Carlos Punzón PUNZADAS

VIGO CIUDAD

20 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace varias décadas se acuñó la idea de que Vigo es el epicentro de una entelequia, la eurorregión. Si tiene tiempo y ganas y media docena de allegados a su alrededor pregúnteles de mi parte si saben qué es la eurorregión. Me temo que de llevar esa encuesta artesana a niveles científicos el grado de desconocimiento aún sería mayor que el que la población pueda tener del nombre del ministro de Educación, por muy De Vigo que se apellide. Sitúese después en una terraza de Tui, pasee por Tomiño, o dé una vuelta por Salvaterra y verá cómo lo de la eurorregión tampoco se traduce en su teléfono móvil cuando intente hacer una llamada o buscar algo en Internet y tenga que luchar para que Optimus, Meo o Vodafone Portugal no le facturen a través de su compañía habitual el sablazo del roaming. Trate después de obtener en la oficina de Correios de Viana algún dispositivo temporal de pago de los peajes de las autovías lusas, o pagar alguno de esos pasos que haya hecho en el día. Tampoco le servirá de nada decir que es gallego y no de Navarra, por poner un ejemplo. 

Si le ha atraído el tema, trate de averiguar cuántos de los acuerdos que los gobiernos de España y Portugal han tomado respecto a la convivencia diaria a ambos lados de la frontera se han plasmado en algo concreto.

Verá, en definitiva, después de hacer estas pequeñas comprobaciones cómo ese espacio internacional no existe como algo reglado, protegido ni coordinado. Existe en lo que respecta al libre albedrío del consumidor: tomar el avión en Oporto aprovechando su infinidad de destinos y precios; intercambiando compras domésticas o lugares de esparcimiento con el plus añadido de cruzar una frontera, pero desde luego la eurorregión es un fracaso político, pese a que en ello se han enterrado millones de euros, que poco se han traducido en el estrechamiento de dos pueblos que se entienden cuando les dejan.