Althenia se hace con la concesión con una rebaja del 26 % sobre el precio
04 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Salvo algún imponderable, la empresa andaluza Althenia se encargará durante los próximos cuatro años del cuidado y mantenimiento de los jardines y zonas verdes públicas de Vigo. Recibirá a cambio 17,9 millones de euros, una cantidad sensiblemente inferior a los 24,2 que ofrecía el Concello, que de esta forma se ahorrará en el cuatrienio nada menos que 6,3 millones.
La decisión fue tomada en la última junta de gobierno local, que aprobó la propuesta de clasificación de ofertas en esta licitación una vez excluidas Cespa (actual concesionaria) y Valoriza. En ambos casos, el Concello consideró que habían realizado una baja temeraria, por lo que los dejó fuera. Sus propuestas eran algo inferiores a las de Althenia, pero tampoco tanto: 17,1 millones cada una.
Ahora todo queda a expensas de que la nueva adjudicataria cumpla una serie de trámites administrativos (seguro de responsabilidad civil, demostrar que no tiene prohibición de contratar con la Administración y está al corriente de sus obligaciones tributarias) para que pueda firmarse el contrato y empiece a ejercer como muy tarde el 1 de septiembre. El día antes, 31 de agosto, concluye la última prórroga del servicio a Cespa, de cuatro meses, con la que el Concello se garantizó el cuidado de los jardines mientras concluía una adjudicación especialmente compleja y polémica.
Althenia es una empresa con sede en Málaga que hasta ahora carecía de presencia en Galicia. El contrato de Vigo supone su implantación en la comunidad mientras espera a conocer si su oferta por las zonas verdes de A Coruña sale adelante. Es una sociedad de Sando Construcciones, un grupo que opera en cuatro países (Colombia, Marruecos y Polonia) desde que empezó a funcionar en los años 80.
Su filial para asuntos relacionados con el medio ambiente, Althenia, es mucho más reciente (poco más de una década) pero tiene ya una relevante penetración. Entre otros lugares, mantiene los jardines de ciudades como Málaga (donde Sando tiene su sede central) o Sevilla, además de otros municipios de menor entidad como Pozuelo de Alarcón, La Granja de San Ildefonso, Rincón de la Victoria o Cabanillas del Campo.
Además del cuidado de jardines y zonas verdes, se encarga también de limpieza y recogida de residuos, limpieza de playas y obras forestales.
Plantilla preocupada
La confirmación de que Althenia será finalmente la nueva concesionaria ha provocado inquietud en los algo más de 100 empleados de jardines que hasta ahora dependían de Cespa. Desde que empezó a tramitarse la adjudicación, presionaron al Concello para garantizar la subrogación de toda la plantilla. Sin embargo, con un recorte del 26 % en los ingresos que percibirán del Concello empiezan a temerse que pueden no haberlo conseguido. También exigieron que se mantuvieran sus condiciones laborales y salariales, lo que supuestamente también lograron.
En medios próximos a la CIG no entienden como la nueva empresa puede hacer el mismo trabajo que Cespa, con los mismos operarios y pagándoles el sueldo actual, y a la vez cobrarle una cuarta parte menos al Concello.
La incógnita se despejará en las próximas semanas cuando la nueva concesión eche a andar. Del lado municipal se deja claro que existe un pliego de condiciones que Althenia debe cumplir una vez que Cespa y Valoriza quedaron fuera por pasarse de baratos.
Lenta tramitación
De momento, el comité de empresa está recabando información para hacerse una idea de la situación antes de que se produzca la adjudicación oficial y el cambio de concesionario. Las fuentes consultadas reconocen la preocupación existente. Recuerdan las promesas del concejal de Jardines en noviembre pasado, cuando fueron a la huelga para exigir que figurara en el pliego de condiciones la subrogación de todos los trabajadores así como la garantía del mantenimiento de sus condiciones laborales, cuya eficacia pronto comprobarán.
Al margen de este conflicto, el Tribunal Central de Recursos Contraactuales del Ministerio de Hacienda paralizó dos veces la tramitación por sendos recursos de la asociación empresarial Aseja, que consideraba que las condiciones exigidas no estaban claras para el sector.