Negocios modernos en un barrio clásico

La Voz

VIGO CIUDAD

ALBA PEREZ

Tras una época de cierres masivos, Elduayen empieza a salir del pozo

02 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Fueron necesarias dos humanizaciones para que la calle Elduayen perteneciese al centro de la ciudad. Así lo ven los comerciantes tradicionales de la zona, tal y como lo explica Cristina Blanco, de Matiz Vigo. Ella lleva trabajando en el entorno de Elduayen desde el año 1993, especializada en la elaboración de camisetas con estampaciones personalizadas. Primero lo hizo en el Paseo de Alfonso para después trasladarse a Elduayen. Blanco cree que antes la zona no era «de paseo», pues al llegar desde la Porta do Sol «se volvía oscuro y no invitaba a continuar», por lo que los negocios de Elduayen y el Paseo de Alfonso se veían «apartados» del Casco Vello de la ciudad. Blanco afirma que gracias a la última humanización hubo «un cambio en la mentalidad» de la gente, que junto a «la presencia de más policía» ayudaron a que la calle «esté mejor que nunca» a niveles de afluencia.

La que fue una calle oscura acoge ahora bares, comercios de ropa, cafés y té o tiendas alternativas. Los comerciantes coinciden en que ahora «la gente acude a tomar algo, y aprovecha para comprar», termina Blanco.

Este cambio también ha beneficiado a Loita Underground, «nosotros abrimos hace siete años», explica el dueño, Iván Puente, «al principio íbamos a ser una tienda de piercings y tatuajes, pero nos decidimos por ofrecer ropa alternativa y ser una discográfica independiente». En su caso, el Concello de Vigo «nos animó a instalarnos explicándonos como iban a arreglar la zona». Para poder atraer a sus clientes «tuve que reformar el local, especialmente el escaparate y la iluminación interior». Desde entonces notaron una mejoría en las ventas. «El año pasado fue bueno», cuenta Puente, que decidió abrir este local «tras trabajar muchos años en la noche viguesa», un contrapunto que ofrece a las tribus urbanas alternativas un espacio propio.

No todos los comerciantes lo han pasado bien los últimos años. En la tienda DeTé le vieron los dientes al lobo. Especializada en la venta de infusiones, se instaló en el inicio de Elduayen hace seis años. La peor época que recuerda su dueña, Estefanía Buján, fueron los tiempos de las obras de humanización. «Muy difíciles», dice Buján. «Esta es una zona intermitente, los locales abren y cierran». Buján, por su parte, espera poder «sobrevivir», como lo ha hecho hasta la fecha.

Otras tiendas llevan menos tiempo. Al lado de Loita Underground está desde hace un año la tienda La Urbana Bike, dedicada a la venta de productos vintage para motoristas, como cascos, chupas de cuero o camisetas. Beatriz Sierra, una de las dueñas, recuerda que comenzaron en un local de Poboadores en el 2013, pero «era una zona nada comercial», por lo que buscaron un escaparate para mostrar sus productos «y redirigir al cliente a nuestro bajo». Cuando Sierra se encontró con el antiguo local de Paños Vergas, se decidieron a cambiar la tienda de local en marzo del 2014. «Nos gustó mucho el diseño, no reformamos nada», solo fue restaurado, explica. «La verdad es que al final el local fue más determinante que la zona», aunque reconoce que Elduayen «está fenomenal» y que se siente «una vecina del Soho». También lleva menos de un año Friking, una franquicia de ropa. Su dueño, Gustavo Albano, observa como el verano le está sentando bien al negocio. «Vendemos sobre todo camisetas y bañadores», cuenta Albano, que espera que la marca produzca nuevos productos para el invierno.

La tienda más antigua de la calle es la Corsetería Imperial. «Lleva 80 años abierta», cuenta la dueña, que ha reformado el local y espera «que funcione bien».