El cultivo de marihuana se dispara

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

ALEJANDRO MARTINEZ MOLINA

Más de un millar de personas producen cannabis para el autoconsumo con fines lúdicos o terapéuticos; los «grow shops» se convierten en un negocio floreciente

20 jul 2015 . Actualizado a las 07:39 h.

El cultivo de marihuana para el autoconsumo se ha disparado en Vigo con la crisis. Más de un millar de consumidores se han iniciado en esta rama de la jardinería que se mueve dentro de unos márgenes legales muy estrechos. Por diversión o como remedio terapéutico, miles de plantas crecen discretamente en pisos y fincas de Vigo y su área, según constatan los expertos.

Plantar marihuana no es motivo de sanción siempre que se haga dentro de la esfera privada y en cantidades ajustadas para un uso particular.

También es mucho más barato que comprarla. Un gramo de hierba cuesta seis euros en la calle. Ese es el precio de una semilla de cannabis que puede llegar a producir desde 100 gramos hasta un kilo de cogollos, según la variedad. Con estos márgenes, el número de cultivadores de marihuana no para de crecer. Así lo estiman los responsables de los grow shops, las tiendas especializadas donde los aficionados al cáñamo encuentran todos los complementos necesarios para hacer crecer sus plantas.

Armarios, ventiladores, sistemas de iluminación, fertilizantes, tierras preparadas... hay cientos de artículos a disposición de los consumidores. Vigo y su comarca están bien surtidos de estos complementos. Hay una quincena de tiendas grow repartidas por todo el sur de la provincia, sin contar con la venta en páginas de Internet. Nueve de ellas están en Vigo. Todo es legal.

La parafernalia asociada al consumo de marihuana también es muy abundante. Lo último del mercado son los vaporizadores para inhalar marihuana sin las sustancias derivadas de la combustión. Estos artilugios pertenecen a la familia de los cigarrillos electrónicos que se pusieron de moda hace unos años, pero preparados para elevar la temperatura de la marihuana hasta los 180 grados para que empiece a soltar sus aromas embriagadores, que luego son aspirados por un tubo hasta los pulmones.

La mayoría de los cultivadores de marihuana las plantan al aire libre. Patios interiores, jardines, balcones, ventanas o, en general, cualquier lugar discreto donde dé el sol durante todo el día pueden ser adecuados para el crecimiento de las plantas.

Aun así, el clima de Vigo y su entorno no es apropiado para la marihuana. Los días nublados restan vigor y su exposición a las lluvias incrementa el riesgo de ser atacadas por hongos que acaban destruyendo las cosechas. Los mismos parásitos que afectan a la uva o al kiwi también matan a la planta del cáñamo.

El cultivo en interior también ha crecido en la ciudad, si bien los gastos son mayores. Un kit de cultivo indoor ronda los 350 euros, según fuentes del sector, a los que hay que añadir los costes del consumo energético y de los fertilizantes.

Los mayores adeptos y quienes buscan enriquecerse ilícitamente de la marihuana buscan espacios apartados en el monte. Zonas aisladas de Coruxo, Oia, Gondomar o Tui, entre otros lugares, esconden plantas de cannabis camufladas entre la vegetación autóctona con sistemas de riego por goteo para no tener que acudir a diario a cuidarlas. Muchas veces se encuentran a más de una hora andando desde una carretera. Son las que se denominan «plantaciones de guerrilla» y permiten a traficantes cosechar grandes cantidades de marihuana que crecen de forma silvestre, sin asumir responsabilidades en el caso de que lleguen a ser interceptadas por la Policía Nacional o la Guardia Civil. Pero también están expuestas a los robos aprovechando que se encuentran en lugar abiertos y solitarios donde, en teoría, no son de nadie.

Entre las variedades más apreciadas por los consumidores destacan las autoflorecientes, plantas de un crecimiento rápido y una abundante producción. Dos meses después de que germinen las semillas permiten cosechar de 150 a 400 gramos. Añadiendo el coste de los abonos, con una inversión de unos 30 euros se puede obtener una cantidad de droga que en el mercado podría superar los mil euros y satisfacer las necesidades de consumo normal durante todo un año. Pero si la planta crece en un campo puede dar hasta un kilo de marihuana.

La mayor parte de los consumidores fuma o aspira el vapor de la planta, pero hay otras vías de administración. Los cogollos se pueden mezclar con los ingredientes para hacer tartas o galletas o se puede tomar en infusiones. También se pueden hacer ungüentos, extraer el aceite con gas butano e innovar en el mercado, como una bebida energética que ha sacado al mercado la empresa Viva María en Vigo.

En zonas aisladas de Coruxo, Oia, Gondomar o Tui han aparecido plantaciones

«Un mes facturé 21.000 euros en semillas»

carlos Bilbao es el encargado de la tienda Viva María, el grow shop más grande de Galicia, que ocupa una superficie de 600 metros cuadrados en el parque comercial del Meixoeiro. El 90 % de sus clientes son pequeños consumidores que cultivan las plantas en su domicilio para su propio consumo. Percibe que el negocio de los grow shops ha experimentado un bum durante los últimos cinco años. Y la tendencia sigue creciendo. «En abril facturamos 21.000 euros solo en la venta de semillas», afirma.

El aumento de la demanda se explica en el vacío legal en el que se encuentra el uso de la marihuana: «La ley te permite consumirla pero no comprarla, por lo que el autocultivo es la única opción». La planta del cannabis goza de muchos adeptos. «Es la droga más utilizada después del tabaco y del alcohol», afirma Carlos Bilbao. A pesar de ello, es un producto que escasea.

Actualmente, en Vigo, como en el resto de las ciudades del país, es superior la demanda de marihuana que la oferta. A los que la venden ilegalmente prácticamente se las quitan de las manos, según los expertos. Un kilo de marihuana no dura ni 24 horas a la venta en la calle. Por eso muchas personas prefieren cultivarla para su propio consumo y no favorecer un mercado que, además, es ilegal. En los grow shops encuentran todo lo necesario para hacerlo. Tierras con el PH apropiado y fertilizantes, así como semillas son los productos más demandados.

Carlos Bilbao afirma que percibe en su negocio un incremento de las personas que buscan en la marihuana un remedio terapéutico. «A nuestra tienda vienen muchas personas porque el médico les ha recomendado consumir marihuana, pero yo no vendo coches, solo me encargo de su mantenimiento», asegura.