El sector ha perdido la mitad de su volumen de negocio desde el año 2010
14 jul 2015 . Actualizado a las 09:35 h.Los talleres mecánicos está en lucha contra la competencia desleal. La principal preocupación del sector son «los talleres ilegales», confiesa José Rodríguez, director de ATRA, que asume la búsqueda de los mismos en el sur de la provincia. Con denuncias «semanales», en lo que va de año la asociación ha puesto en conocimiento del Seprona y la Guardia Civil la existencia de más de 150 talleres ilegales. Álvaro Hermida, asesor de ATRA, es pesimista en cuanto a una solución a corto y largo plazo, pues asegura que la Administración «permite todo», al tiempo que Rodríguez lamenta que una vez que una denuncia llega a la consellería de Industria «se ralentice su tramitación». Por este motivo, Rodríguez ha solicitado ante el delegado del Gobierno en Galicia que la Guardia Civil «realice visitas cada dos meses», para así asegurarse de que los talleres denunciados ya han tramitado su licencia.
Los talleres mecánicos del sur de la provincia han perdido la mitad de su volumen de negocio desde el año 2010. Hermida, califica este dato de «ruina total» para el sector. No todos las cifras son malas. José Rodríguez, director de ATRA, explica que en los últimos años «han aumentado el número talleres mecánicos» a pesar de estar el sector en una situación «difícil», y que aquellos que han cerrado, en su mayoría, ha sido «por jubilaciones». En la actualidad la asociación cifra el número de talleres en 726. Esto se debe al «cambio generacional», y a aquellas personas que estando en el paro buscaron «una forma de ganarse la vida» con la mecánica.
El descenso en el volumen de negocio se debe a cuatro factores, según la asociación, como lo son la competencia desleal de los talleres clandestinos, la presión de las compañías aseguradoras, la competencia interna y los nuevos vehículos, con innovaciones que aumentan su vida útil.
Quien más dinero maneja en lo relacionado con las reparaciones de vehículos son las compañías aseguradoras. La asociación de mecánicos lamenta que en ocasiones estas se conviertan «en clientes», desplazando al conductor como consumidor. Las compañías están en una posición «de dominio», según Rodríguez, pues tienen el poder de decidir qué talleres tendrán mayor o menor volumen de negocio al enviar a sus asegurados a una u otra. En palabras de Hermida, se produce una «injerencia», cuando una aseguradora «puede desviar un cliente tradicional» de un taller a otro concesionado, «que no han subido sus precios en los últimos cuatro años, una falta de respeto a los demás talleres», sentencia Rodríguez, que recuerda que el cliente tiene «derecho a la libre elección de taller». Para evitar abusos ATRA, recomiendan a los profesionales que realicen su propia valoración económica antes de la llegada del perito. Según la asociación, muchos talleres se ven obligados a realizar «reparaciones sin garantías» por el bajo presupuesto al que obliga la compañía aseguradora.
No todos los culpables están fuera. El sector se embarcó, en los inicios de la crisis en una «guerra de precios», asegura Hermida. Esto llevó a algunos talleres a exponer «descuentos inasumibles» que acabaron por causar «el cierre de muchas empresas», o en el caso de Hermida, tener que despedir a parte de la plantilla «con solo seis obreros dejamos de facturar mucho dinero», explica. Ahora los mecánicos «prefieren ofrecer calidad a un mejor precio», una forma de «fidelizar al cliente».
El desarrollo de nuevas tecnologías en el automóvil termina de rematar al sector. Según Hermida, los avances técnicos provocan que los vehículos pasen cada vez menos por el taller mecánico. Así, los nuevos vehículos necesitan su primer cambio de aceite a los dos años. A esto se suma el esfuerzo de la Administración por renovar la flota de turismos de España a través de los Plan Pive, que deja fuera del mercado a los vehículos que más necesidad tendrían de una revisión.