El juez decano propondrá ampliar 3 meses el refuerzo de preferentes

e.v.pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Dos juristas trabajan a destajo para sentenciar más de cien juicios pendientes

05 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El juez decano de Vigo, Germán Serrano, propondrá la ampliación durante 3 o 4 meses más del servicio que presta un juzgado de refuerzo para resolver todos los pleitos de preferentes que ya tienen fecha para juicio. El tribunal agotará una prórroga de seis meses a finales de junio pero Serrano cree que será necesario estirar unos meses la duración del tribunal para que las dos magistradas puedan finiquitar los expedientes pendientes de resolver.

Serrano quiere presentar su petición ante la próxima comisión mixta que celebren la Xunta y el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG). La idea inicial del TSXG era cerrar este mes los dos juzgados especiales de preferentes de Galicia, uno en Vigo y otro en A Coruña.

Desde primeros de año, dos juezas trabajan a destajo para agilizar la resolución de los 300 pleitos de preferentes que quedaban en Vigo. En enero, el TSXG envió a una segunda jueza de refuerzo para apoyar a la titular. Entre las dos han celebrado vistas sobre productos híbridos casi a diario y durante cinco meses.

A pesar del fuerte ritmo de resolución, la montaña de asuntos volvió a engordar porque en lo que va de año han entrado 138 casos nuevos. Quedan asuntos coleando y si el juzgado cerrase sus puestas a finales de este mes, tendrían que ser repartidos entre 12 juzgados de primera instancia.

Las demandas para anular estas inversiones de alto riesgo entran a cuentagotas. Nada que ver cuando hace un año, el juzgado especial de preferentes registró la entrada de 762 nuevos pleitos, cinco veces más que ahora.

Los juristas asumen que el descenso de la litigiosidad de preferentes abocará al juzgado especial al cierre pero el juez decano cree que es necesario dejar un cuatrimestre de margen para dar el carpetazo final.

El juzgado especial se creó el 1 de septiembre del 2013 y, en menos de 2 años, ha registrado 2.600 demandas o actas de conciliación de preferentes, la mayoría en el primer año de funcionamiento.

Muchos de estos expedientes no llegaron a juicio porque Abanca cerró acuerdos extrajudiciales con los demandantes y porque el banco pactó el pasado verano la devolución del dinero que reclamaban los afectados concentrados ante la sede.

Sala de Gobierno en Vigo

Por otra parte, la sala de gobierno del TSXG celebrará un pleno en Vigo el viernes, día 12. Altos magistrados, llegados incluso de Lugo o A Coruña, se reunirán en la sala de deliberaciones de la Audiencia en Vigo. Según el juez decano, esta reunión será un «hito» porque es la primera en la historia de este órgano judicial en la ciudad. Lo harán como despedida de uno de sus miembros, el juez Jaime Bardají, que se va a la Audiencia de Murcia.

Un matrimonio de jubilados recupera 189.000 euros que tenían atrapados

La Sexta Sección de la Audiencia ha devuelto a un matrimonio de jubilados un total de 157.200 euros que suscribieron en acciones preferentes de Abanca y otros 31.887 euros en intereses.

Los dos clientes, de 73 y 68 años, pidieron la nulidad del contrato por error de consentimiento. Según la Audiencia, «actuaron enteramente confiados en el director de la entidad bancaria de la que son clientes de toda la vida, que les dijo que podían recuperar sus ahorros en tres días». Suscribieron entre el 26 de noviembre del 2003 y el 19 de enero del 2004 dos contratos de preferentes, uno de 150.000 euros y otro de 7.200. Más tarde quisieron recuperar sus ahorros para ayudar a un hijo a comprar una vivienda y la oficina les dio largas. En el 2012, enviaron una carta de protesta al banco. El juzgado de primera instancia número 6 de Vigo les dio la razón a los septuagenarios y la Audiencia lo ha confirma ahora. La sala recalca que el perfil del matrimonio era de una formación y nivel cultural elemental sin conocimientos financieros. «Es difícil entender cómo se puede elegir a unos clientes cuyo interés es el ahorro y la inversión conservadora. Y a un jubilado no se le ocurre invertir con tanto riesgo», reprocha.