Caballero forzó al límite el pulso con la Xunta antes de cesar al interventor

j. fuentes VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Espero seis meses para no relevarlo estando imputado en el caso Silva

15 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde hace trece meses, Xunta y Concello, o lo que es lo mismo, la dirección xeral de Administración Local y el alcalde vigués, mantienen un enfrentamiento a cuenta del interventor municipal. Su nombramiento es competencia del alcalde que ratifica la Xunta, y desde hace una década, con la ley de grandes ciudades, puede elegir al profesional que considere oportuno sin dar explicaciones. Sin embargo, tiene un límite: debe ser de categoría superior ya que los de entrada tienen limitada su actuación a los municipios de menos de 20.000 habitantes.

La situación que se planteó en Vigo es que el alcalde se empeñó en que dicho cargo lo ocupara un interventor de entrada, lo que se ha mantenido desde febrero del 2012. Esta anómala circunstancia se planteó tras decidir Caballero el cese del anterior interventor, Juan Ramón González Carnero, presumiblemente por no estar de acuerdo con algunos de sus informes.

Este relevó también lo contempla la ley de grandes ciudades, que establece el libre nombramiento y el libre cese, pero tras producirse el alcalde nombró con carácter provisional por un año a Luis Rodríguez, lo que validó la Xunta. Transcurrido ese tiempo, se repitió la operación, con lo que se completó el segundo año que contempla la normativa vigente como máximo. Y en el 2014, expirados los dos ejercicios desde Vigo se planteó su continuidad.

Empezó entonces un tira y afloja que se ha alargado trece meses. Administración Local einformó en contra, Luis García y el Concello vigués recurrieron, siempre dilatando las respuestas para estirar los plazos, y nueva negativa. Finalmente, en noviembre llegó el ultimátum autonómico: en seis meses debía estar el tema resuelto, relevado el interventor interino y convocado un concurso para nombrar al definitivo, obviamente de categoría superior. El plazo concluía el domingo 17.

Salida sin cargos

En este tiempo nada había vuelto a saberse, hasta que esta semana llegó a Santiago la convocatoria del concurso y García empezó a despedirse de los funcionarios. Caballero aguantó el pulso hasta el final, ya que el concurso tardará unos meses en resolverse y tendrá que resolver otra vez interinamente la situación, presumiblemente con alguien de la casa.

Aunque quizá esperó para que García cesara sin estar imputado en el caso Silva (en el que siguen en esta situación la cuñada de la teniente de alcalde y otro funcionario) lo que ocurrió en fechas recientes. Y tras ello, el cese inevitable.