La marea roja irrumpe en varias rías e impide extraer bivalvos y mejillón

La Voz VILAGARCÍA / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Diez zonas marisqueras de las rías de Muros-Noia, Pontevedra y Vigo, junto con quince polígonos de bateas en esas mismas áreas están totalmente cerradas a la actividad

08 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Un virulento episodio de marea roja, ocasionado esta vez por la toxina ASP, obligó el lunes por la noche a cerrar diez zonas marisqueras de las rías de Muros-Noia, Pontevedra y Vigo, junto con quince polígonos de bateas en esas mismas áreas. Las tres están totalmente cerradas a la actividad. A esos cierres se les sumaría, ayer por la mañana, el polígono de bateas de Baiona. De momento, la ría de Arousa, donde están afincadas la mayoría de las bateas de Galicia y donde se cuentan por miles las personas que trabajan en el marisqueo, ha esquivado la toxina.

El episodio que se está viviendo parece corresponderse con las mareas rojas de primavera, con las que el sector ya cuenta. Quizás eso explique la aparente tranquilidad con la que el presidente de Opmega, Ignacio Lorenzo, evaluaba ayer la repercusión que la toxina puede tener sobre el sector mejillonero. «As mareas vermellas sempre preocupan, pero neste caso é toxina amnésica, e eses episodios normalmente son curtos».

Puede que el sector mejillonero maneje ya algunas claves para aguantar mejor el cierre de los polígonos. Pero en esta ocasión ha llegado con tanta fuerza que ha obligado también a cerrar bancos marisqueros. Y ha cogido por sorpresa a las cofradías que se han visto afectadas.

En Vigo, los mariscadores de Cesantes tuvieron que devolver al mar unos 700 kilos de almeja y cien de berberecho. En Arcade no se libraron del problema, y tuvieron que resembrar unos 200 kilos de marisco. Y los navalleiros de Vigo estaban ayer tarde a la espera de que la Xunta comprobase cómo se desprendían de los 200 kilos de producto que habían capturado.

También las cofradías del fondo de la ría de Pontevedra tuvieron que devolver al mar los 1.500 kilos de almeja japónica y fina que habían extraído las mariscadoras. Era «o traballo de toda a mañá».

Siguiendo el recorrido por la costa se llega a Arousa. Esta ría seguía ayer abierta, funcionando con normalidad, aunque los patrones mayores estaban pendientes de cualquier cambio. En principio, está previsto que hoy se trabaje con normalidad absoluta.

No ocurre lo mismo en Muros-Noia, donde la aparición de la toxina el lunes a última hora obligó a advertir a los compradores que habían adquirido marisco en la subasta para que comprobasen que estuviese libre de toxina. Ayer, tras esos exámenes, ya se preveía devolver al mar unos 230 kilos de navaja.