Los vecinos de la Alameda y Montero Ríos sufren los efectos de nuevos macrobotellones

e.v.pita VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Botellas con bebidas y plásticos esparcidos por la Alameda.
Botellas con bebidas y plásticos esparcidos por la Alameda. fotos < / span>pita< / span>

Tras una noche de ruidos, los jardines amanecen repletos de litronas, botellas de refrescos y alcohol, vasos, latas y bolsas

29 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Los vecinos se han dado cuenta de que los ruidos y las litronas han vuelto al centro. Los voceríos de jóvenes ebrios y alegres no se limitan al entorno de la Plaza de Compostela sino que se extienden a los barrios adyacentes por donde, en plena madrugada, vuelven de retirada pandillas enteres de jóvenes que salieron a divertirse por la noche.

Los jardines de Montero Ríos y la Alameda, en la plaza de Compostela, amanecieron ayer cubiertos de bolsas de basura, envases de refrescos, vasos de plástico y botellas de alcohol. Son indicios de que la noche anterior hubo un gran botellón en la zona, evento que coincide con el inicio de las vacaciones universitarias y escolares de la Semana Santa y la víspera de los festejos de la Reconquista de Vigo.

Esta es la segunda vez en lo que va de mes que este pulmón verde en el centro de la ciudad se convierte en escenario de un macrobotellón. Hace dos semanas, cientos de universitarios terminaron la fiesta de San Pepe en los bancos y el césped del paseo marítimo de Montero Ríos.

Los temores de la Asociación Viguesa contra el Ruido son cada vez más fundados. Un portavoz señalaba recientemente que temían que el botellón volviese a reactivarse en esta zona tras años de tranquilidad. El primer precedente fue San Pepe. Los testigos vieron como una avalancha de jóvenes bajaban para la calle Carral para terminar la fiesta en los alrededores del Real Club Náutico de Vigo. La escena se volvió a repetir este fin de semana pero a mayor escala porque, a la mañana siguiente, los viandantes se toparon con la desagradable visión de restos de botellas y vasos esparcidos a lo largo de tres parques distintos.

Un escenario que evoca a las huestes de Atila el huno, que por donde pasaban no volvía a crecer la hierba. A las 9.30 horas, aún se podían encontrar basura sobre la mayoría de los bancos del paseo de Montero Ríos. Los asistentes al botellón dejaron tirados envases de dos litros de Kas o Coca-Cola medio llenos, bebidas que mezclaban con alcohol. También aparecieron sobre los bancos de la plaza de A Estrela y la zona del Náutico numerosos vasos largos de plástico. Es posible que algunos jóvenes salieran de los pubs de Areal y Montero Ríos con dichos envases para beber a la luz de la luna.

El caso más sangrante fue el de la Plaza de Compostela, donde incluso aparecieron pivotes de tráfico tumbados junto a los bancos y rodeados de botellas de vodka, ginebra, whisky y otros licores. Era bastante elocuente la escena de una botella de ron Barceló vacía y tirada en el césped del jardín, entre los pétalos caídos de las camelias. Al mediodía, los parques estaban ya completamente limpios.

El regreso del botellón al centro de la ciudad preocupa también a los vecinos de la plaza de O Berbés. Temen que se reproduzcan las molestias de hace unos años que obligaron al Concello a declarar la zona como libre de ruidos nocturnos.

La Asociación Viguesa contra los Ruidos teme el resurgir de este fenómeno