Caballero desiste de acudir a Coia al detectar la policía un escrache

Juan Manuel Fuentes Galán
Juanma Fuentes VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

La protesta de los opositores al barco obliga al alcalde a evitar este barrio

20 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Los opositores al barco colocado en la rotonda de Coia le están pasando factura al alcalde vigués por seguir adelante con un proyecto que generó un amplio rechazo político y social. Ayer por la tarde Caballero tenía previsto acudir al barrio para presenciar la puesta en marcha de un ascensor instalado con ayuda municipal en un edificio antiguo, pero decidió cancelarlo minutos antes al acudir un grupo de manifestantes contra el proyecto del Bernardo Alfageme.

Frente al inmueble se concentraron varias docenas de vecinos descontentos y el alcalde, advertido por la policía, optó por evitar el escrache no acudiendo. Los opositores aguardaron más de media hora al regidor por si finalmente llegaba y después se dirigieron a la polémica rotonda.

Es la segunda vez en pocos días que se repite la misma situación. El pasado viernes, este mismo colectivo abortó la visita que Caballero tenía previsto realizar a las obras del centro vecinal de A Miñoca, igualmente en Coia. Como ayer, enterado de la presencia vecinal, optó por evitarse la protesta en directo.

El conflicto del barco ha convertido de facto esta parte de Vigo en un territorio hostil para Caballero. La mayor protesta de los últimos años incluyó la ocupación de la glorieta por un colectivo social nucleado alrededor de la parroquia del Cristo de la Victoria, que logró retrasar varios meses la llegada del barco, que al final solo fue posible de madrugada y recurriendo a un masivo despliegue policial.

Sin embargo, las consecuencias judiciales de esta crisis colean, ya que uno de los opositores ha sido condenado a un año de cárcel por los incidentes del desalojo de la rotonda en diciembre y otro afronta una acusación de atentado a la autoridad que podría llevarlo a la cárcel.

Por ello, el colectivo sigue acudiendo a la rotonda con frecuencia y días atrás volvieron a meterse dentro pese a que esta vigilada por la Policía Local las 24 horas del día. Rápidamente acudieron refuerzos y los manifestantes tuvieron que desalojarla.

Si la presión vecinal se mantiene Caballero tendrá difícil acudir a Coia antes de las elecciones municipales de mayo. El 31 de marzo se convocarán y a partir de ese momento quedan vetadas las visitas electorales.