A pesar del gol de Borja Navarro en el minuto 45, a Iñaki Alonso no le gustó la primera mitad del Compos porque «faltó intensidad, movilidad, juego y saber buscar las debilidades del rival».
De todo ello hablaron en el tiempo intermedio. Cambió el sistema para buscar más el juego por las bandas y la victoria se quedó en casa con un 2-0 que valora especialmente porque, el de ayer, era «un partido trampa».
El técnico azul y blanco reconoció que, en ocasiones, echa en falta ese instinto asesino que «deben tener los equipos que quieren estar arribas, ser protagonistas. Hay que saber oler cuando el rival está mal para buscar el 2-0 y el 3-0». Frente al Marino, como una semana antes en Vigo, hubo tramos en los que el Compos dominó con cierta comodidad, pero no terminó de apuntillar.
Respecto a la situación del equipo en la tabla, a cuatro puntos de los puestos de promoción de ascenso tras el empate del Racing en Oviedo y la derrota del Logroñés en Gijón, comentó: «Digo lo mismo que cuando estábamos a doce puntos, que confío en este equipo». Antes, como ahora, hablaba de «mirar hacia arriba». El sábado, en Villaviciosa, puede dar otro paso. Espera «una batalla».