«Sería más grave quedar sin conexión de móvil e Internet que cerrar Rande»

María Jesús Fuente Decimavilla
maría jesús fuente VIGO / L A VOZ

VIGO CIUDAD

Oscar Vázquez

Entre sus objetivos figura recuperar el orgullo de hace treinta años

27 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El próximo miércoles Íñigo Cuiñas dará el relevo a Edita de Lorenzo al frente de la Escuela de Telecomunicaciones de Vigo. Aunque el cambio está cantado al no haberse presentado otra candidatura para la dirección del centro, él prefiere ser cauto y no adelantar acontecimientos ni adquirir responsabilidades hasta que llegue el día.

-Una sola candidatura. Da la impresión de que la gente no quiere asumir responsabilidades en estos momentos tan críticos para la Universidad.

-Es lo más habitual. No sé hasta que punto compensa más allá de que puedas desarrollar un proyecto y aprovechar los conocimientos adquiridos.

-Ha dicho que continuará la labor del equipo anterior, en el que estaba, y afrontará proyectos para los que no hubo tiempo

-A veces lo urgente te quita de en medio lo importante. Había que poner en marcha los grados y los másteres. Se crearon estructuras de títulos, gestión de la calidad interna, que poco a poco van calando. Ahora hay que hacer hincapié en las personas: alumnos, profesores, administrativos, egresados. Entre todos podemos hacer escuela, recuperar el orgullo de hace treinta años, no diluirlo ni romper esa presencia social.

-En otro tiempo Telecomunicación era una especie de emblema de la Universidad de Vigo.

-Tenemos un problema de comunicación. Además, antes solo se estudiaba en Madrid, Cataluña y Vigo. Teníamos atracción en todo el noroeste peninsular e incluso en Canarias. Ahora hay 40 o 50 escuelas que imparten grados de Telecomunicaciones y de alguna forma se ha reducido el ámbito de captación, aunque cubrimos todas las plazas. La capacidad de nuestros profesores y titulados no ha bajado, al contrario, ha crecido y estamos en un primer nivel, pero igual no hemos podido llegar a la sociedad como entonces.

-Parece que lo que más ha llegado a la sociedad es el desarrollo de satélites.

-Porque es algo más sólido. Un ingeniero de Caminos hace un puente o un puerto; uno industrial hace una máquina o un motor. Nosotros, sin embargo, trabajamos mucho con espectros que no se tocan, pese a que la gran transformación de la sociedad tiene su origen en ellos. Al levantarnos vemos el móvil, el whatsapp, leemos la prensa en Internet. No nos damos cuenta de que hay un trabajo de ingeniería. Si se apagaran y nos quedásemos sin tele, móvil e Internet sería más grave que si se cierra el puente de Rande.

-¿Qué otras cosas hacen ustedes que pueda agradecer el ciudadano de a pie?

-Hay dos mundos: uno el de Internet y la telefonía móvil y otro el de un montón de aplicaciones en temas sociales como la teleasistencia. Permite a la gente que vive sola continuar en su casa y mantener su entorno. Si le pasa algo, lleva un dispositivo que se activa. Hay otras aplicaciones que recuerdan a una persona cuándo tiene que tomar la medicina. Sale un operador en la pantalla de la televisión y dice: «Hola María, ¿tomaste la pastilla?». Esas opciones evitan que tengan que ir a vivir a un geriátrico o tener una persona detrás de cada uno. La medicina a distancia es otro de los avances: segundos diagnósticos con especialistas que están lejos.

-¿Cuál será el siguiente paso en Medicina?

-Las cirugías a distancia con garantías. Se empiezan a hacer pruebas con cirujanos robots controlados por cirujanos in situ con cámaras, controles.

-¿Cuántos alumnos de Teleco se quedan por el camino?

-No llega al 15 %, ya no es lo que era. No es muy fácil, tiene su complicación, pero como también la tienen Arquitectura, Medicina...

-¿Tampoco es lo que era la salida laboral?

-Tenemos un cien por cien de trabajo. Cerca del 90 % están cotizando en España y algunos fuera.

-Pero, los salarios no son como para echar cohetes, sobre todo al principio.

-¿En qué profesión tenemos salarios dignos al empezar?

-¿Les afectarán los cambios previstos por el Gobierno para las universidades españolas?

-Espero que no porque las ingenierías estamos exentas.

-Aunque se libren, ¿qué opina de las modificaciones?

-Suponen un fuerte contrasentido volver a cambiar cuando solo tienes uno o dos titulados con un plan nuevo. No tiene sentido ninguno. Cambiar cada cuatro años lleva a una inestabilidad importante. En los últimos seis años hemos hecho una labor de construcción y cimientos y así no llegamos a consolidarlo. Hay temas, como las dobles titulaciones y los intercambios, para los que resulta muy complejo cambiar cada poco tiempo. Los másteres ya ofrecen la oportunidad de modificar todos los años y de hacer ajustes. Ahora esa posibilidad vuelve a cambiar y no sé hacia dónde.