Música de los Sirvent

Eduardo Rolland
Eduardo Rolland LA BUJÍA

VIGO CIUDAD

27 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

uando regresó de Cuba, a finales del siglo XIX, mi bisabuelo Francisco abrió una librería y papelería en el número 4 de la calle Triunfo. Se trata de esa rúa con un nombre precioso que va desde la plaza de la Constitución hasta la concatedral. Allí, según se anunciaba en la prensa de la época, tenía la exclusiva en Galicia de la máquina de escribir Remington. Era la primera marca del mundo que comenzó a fabricar industrialmente estos ingenios, montando un teclado y un carro sobre la estructura de una máquina de coser, a partir de 1872.

Tal vez por la cosa familiar, y porque vivo de aporrear teclados, me ha parecido emocionante la exposición que la familia Sirvent acaba de inaugurar en la Casa das Artes.

Se cumplen 75 años desde que abrieron en Velázquez Moreno su primer establecimiento, cimentado en su experiencia con la casa Underwood.

Hoy, en su colección poseen 3.500 máquinas, de las que 2.500 funcionan perfectamente. Para la muestra, han elegido las 140 más significativas, entre las que se cuenta una auténtica rareza: una Malling Hansen danesa de 1867, de antes de que Remington comenzase la fabricación en cadena de estos cacharros.

La exposición de los Sirvent es espectacular. Es enorme el mérito de esta familia, conservando este patrimonio. Como lo es, también, la intensa actividad cultural que desarrollan en el Espacio Sirvent, en la nave de la Gran Vía que el arquitecto Alfonso Penela convirtió, partiendo de la nave industrial más fea que se recuerde en la ciudad de Vigo, en una pequeña maravilla

Merece la pena acercarse a la Casa das Artes para ver los ingenios de la familia Sirvent. De cuando los teclados eran reales, no virtuales, y escribir hacía ruido o, para mi gusto, auténtica música.

eduardorolland@hotmail.com

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