El Concello gasta más de 100.000 euros en vigilar la rotonda de Coia

Juan Manuel Fuentes Galán
juanma Fuentes VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

Una patrulla policial en coche seguía ayer clavada junto a la rotonda de Coia para evitar que la ocupen colectivos vecinales.
Una patrulla policial en coche seguía ayer clavada junto a la rotonda de Coia para evitar que la ocupen colectivos vecinales. m.moralejo< / span>

Desde hace tres meses hay agentes de forma permanente junto a la glorieta

18 feb 2015 . Actualizado a las 12:55 h.

El Concello no ha escatimado medios para evitar que los colectivos que se oponen a la instalación del pesquero Bernardo Alfageme impidan las obras para reformar la rotonda de Coia, donde se instalará presumiblemente en unas pocas horas.
Desde hace tres meses hay vigilancia constante en la zona, habitualmente un coche con dos agentes pero en ocasiones una dotación mayor. Y cuando se han producido incidentes han acudido la mayoría de los efectivos disponibles,  a veces cerca de medio centenar de policías municipales.
Una simple cuenta permite constatar que esta medida ha supuesto un desembolso de miles de euros a las arcas municipales. El sistema ha consistido en recurrir a la realización de horas extras o bien se han desatendido otros servicios.
Solo la presencia de una pareja en la rotonda durante estos meses a lo largo de las 24 horas del día supone la realización de unas 4.000 horas de vigilancia, lo que viene a significar el total del trabajo de tres policías durante un año. Teniendo en cuenta un salario no inferior a 30.000 euros y la existencia de jornadas con mayor presencia policial, el coste no sería inferior a los 100.000 euros.

Por lo demás, la realización de horas extras en este cuerpo es algo habitual. Hace solo unas semanas este periódico daba a conocer un informe del jefe del cuerpo en el que se lamentaba de la falta de efectivos. A su juicio, para alcanzar los estándares recogidos en el estatuto policial Vigo necesitaría incrementar en casi un 50 % sus actuales 360 agentes. En concreto, proponía la ampliación en 175 efectivos.

El informe en cuestión alertaba de la necesidad de que la Policía Local viguesa realice numerosas horas extraordinarias a lo largo del año para atender los servicios a su cargo. En concreto, cifraba en casi 7.000 las jornadas de refuerzo que deberán realizar los agentes en sus días de descanso, que supondrán al menos 55.000 horas extraordinarias en el 2015, siempre una cifra estimativa.

En función de este dato, la vigilancia de la rotonda de Coia, un servicio inexistente antes de este conflicto, habrá supuesto incrementar en un 10 % las horas extras solo por esta causa.

Al margen de lo acontecido hasta ahora, es previsible que en los próximos días la presencia policial extraordinaria en Coia se incremente para la colocación del barco, un proyecto al que se oponen colectivos sociales y todos los partidos salvo el PSOE.


Llaman a policías de descanso para colocar hoy el barco

Caballero no quiere hablar del tema aunque desde Alcaldía se ha filtrado que esta tarde se iniciará el complejo proceso para que el Alfageme presida por fin la rotonda de Coia. Fuentes municipales han confirmado que la dotación policial habitual será duplicada esta tarde, por la noche y presumiblemente mañana si no hay contraorden.
El objetivo es disponer de todos los efectivos posibles ante la seguridad de que los opositores van a tratar de boicotear la operación. No es, por lo demás, una presunción descabellada ya que desde hace semanas vigilan sin disimulo el astillero donde se encuentra el barco para saber cuando empezará el traslado.
Consciente de este control, el alcalde ha decidido anunciar el traslado de manera extraoficial. Aunque se preveía una maniobra discreta, al final ha optado por actuar a las claras de la misma manera que desde el principio ignora la masiva oposición social, ciudadana y política que hasta ahora ha bloqueado el proyecto.
Salvo cambios que no pueden descartarse por la tensión existente en Coia, lo previsto es que el barco sea remolcado a primera hora de la tarde desde el astillero Cardama, donde lleva meses, hasta Beiramar, concretamente al muelle número 4 (casi enfrente del auditorio Mar de Vigo).
Allí se instalarán varias grúas, proceso que se realizará por la mañana, para sacar el barco del agua e instalarlo en una plataforma de 40 metros de longitud. Horas después, ya de noche y con menos tráfico en las calles, este vehículo especial iniciará el camino hacia la rotonda. Una vez allí, operarios de la empresa contratada para la reforma de la glorieta se encargarán de su colocación.
Fuentes de los opositores han confirmado que saldrán a la calle para dificultar en lo posible el proceso. Es lo que vienen haciendo desde el principio en protesta por la política social del Concello y en demanda de que el dinero de la rotonda se destine a ayudar a los más afectados por la crisis.
La ocupación de la glorieta durante varias semanas y su desalojo provocó algunos incidentes que se saldaron con tres detenidos. Uno de ellos ya fue juzgado y el fiscal pidió para él dos años y medio de cárcel acusado de atentado a la autoridad.

Estudian pagar a los policías el 100 % del salario en caso de bajas profesionales

El concejal Carlos Font aseguró ayer que estudian la posibilidad de que los policías locales, como ya pasa con los bomberos, cobren en caso de baja por accidente o enfermedad profesional lo mismo que si estuvieran en activo. Explicó el edil que el tema está sobre la mesa «pendiente de informes jurídicos», aunque no dio plazos ni asumió el compromiso de que salga adelante.
   Desde hace seis años, los bomberos que sufren un accidente que les incapacita para trabajar no sufren merma alguna en su salario habitual. Esto quiere decir que además del total del sueldo reciben las cantidades que hubieran percibido en activo por refuerzos fuera de jornada, trabajo en festivos o nocturnidad.
Esta reclamación del cuerpo de extinción de incendios fue atendida por el actual gobierno y es muy valorada por los 120 bomberos de Vigo, que sufren con relativa frecuencia accidentes durante su desempeño profesional. Sin embargo, no afecta a los policías locales, igualmente una profesión de riesgo.
Este trato diferente ha provocado protestas de los afectados y reclamaciones para acabar con la situación. Meses atrás, un policía reclamó oficialmente los 3.500 euros que dejó de percibir por los ocho meses que estuvo de baja, en los que no realizó refuerzos (trabajo en jornada de descanso), nocturnidad y festivos.
Un policía insistía días atrás en el contrasentido de que si un bombero y un agente resultan heridos en el mismo incendio, a los que acuden siempre ambos cuerpos, el primero seguiría cobrando todo su salario de baja mientras el policía sufriría una merma.

El concejal Carlos Font aseguró ayer que estudian la posibilidad de que los policías locales, como ya pasa con los bomberos, cobren en caso de baja por accidente o enfermedad profesional lo mismo que si estuvieran en activo. Explicó el edil que el tema está sobre la mesa «pendiente de informes jurídicos», aunque no dio plazos ni asumió el compromiso de que salga adelante.
   Desde hace seis años, los bomberos que sufren un accidente que les incapacita para trabajar no sufren merma alguna en su salario habitual. Esto quiere decir que además del total del sueldo reciben las cantidades que hubieran percibido en activo por refuerzos fuera de jornada, trabajo en festivos o nocturnidad.
Esta reclamación del cuerpo de extinción de incendios fue atendida por el actual gobierno y es muy valorada por los 120 bomberos de Vigo, que sufren con relativa frecuencia accidentes durante su desempeño profesional. Sin embargo, no afecta a los policías locales, igualmente una profesión de riesgo.
Este trato diferente ha provocado protestas de los afectados y reclamaciones para acabar con la situación. Meses atrás, un policía reclamó oficialmente los 3.500 euros que dejó de percibir por los ocho meses que estuvo de baja, en los que no realizó refuerzos (trabajo en jornada de descanso), nocturnidad y festivos.
Un policía insistía días atrás en el contrasentido de que si un bombero y un agente resultan heridos en el mismo incendio, a los que acuden siempre ambos cuerpos, el primero seguiría cobrando todo su salario de baja mientras el policía sufriría una merma.