El envejecimiento de A Paradanta sitúa la edad media en 50 años

Laura Míguez Rúa
L. Míguez A CAÑIZA

VIGO CIUDAD

En A Cañiza hay casi 200 residentes que superan los 90 años La inmigración y los vecinos de otras comarcas impiden una bajada en el censo

21 jun 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

La Galicia del interior tiene más arrugas. Unos surcos que se cobran las estadísticas y dejan en A Paradanta una edad media que se sitúa en los 50 años. La cifra más elevada de los municipios del área de influencia de Vigo y que tiene su paradigma en Crecente y Covelo, donde los vecinos tienen de media 51 y 52 años respectivamente. El contraste con Vigo, que ronda los 40, y O Porriño, con a penas 38, dibuja una estampa en la comarca complicada para conseguir un relevo generacional. Este envejecimiento se ha acelerado en los últimos años en los que los 45 años de media que solían tener los vecinos, se han quedado muy muy atrás, en el año 1998. Frente a ello, los jóvenes menores de 20 años no dejan de descender, pasando en una década de representar un 16% de la población hasta ser un 11%. En esta estampa en la que los jubilados son ya un 30% de la población y la media de nacimientos por año desde el 96 en algunos concellos no llega a 10, todo hace pensar a una desaparición de los núcleos más débiles aunque no todas las cifras son negativas. De hecho, pese a que el número de muertes en algunos casos duplica el de nacimientos, como en A Cañiza donde el año pasado hubo 30 nuevos inscritos y 69 defunciones, el censo no baja. El milagro para que los ayuntamientos del interior sigan año a año sumando más vecinos está en los nuevos residentes procedentes de otras comarcas de la provincia o del extranjero. En A Paradanta sus municipios han absorbido sólo durante el año pasado casi 1.300 nuevos inmigrantes, siendo A Cañiza en donde más altas se produjeron, 423. Es este municipio, capital de la comarca, el que tiene un censo más elevado, sus algo más de 7.000 habitantes, según el censo del Concello, son casi el doble que los datos que arroja el Instituto Galego de Estatística en Crecente. No solamente llegan, también se van. En concreto durante el 2005 casi 300 personas decidieron abandonar algunos de los cuatro municipios que componen A Paradanta. Esta pérdida se traduce en una bajada de población de más de 2.400 vecinos en diez años. Esos censos positivos no impiden que la cara de A Paradanta esté llena de surcos, en ayuntamientos como Crecente o Arbo más de 150 vecinos superan los 85 años. Puestos a buscar longevidad, los datos de A Cañiza muestran que la salud de hierro de 170 de sus vecinos los han hecho ya superar los 90 años. Un límite nada despreciable en el que ellas llevan la palma. Y es que a rozar el siglo de vida se exponen tres veces más mujeres que hombres.