Las mariscadoras de a pie regresarán en julio a las playas de Larache y Cunchido

La Voz LA VOZ | VILABOA

VIGO CIUDAD

13 jun 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

?a comisión de arbitraje de Pesca acordó recientemente la reapertura al marisqueo en las playas de Larache y Cunchido, al fondo de la ría de Vigo, a partir del próximo 2 de julio. Esta decisión fue aprobada con el visto bueno de la cofradía de pescadores de Arcade y de la agrupación de mariscadores Pedra da Oliveira, de Vilaboa. La resolución de la comisión es decisiva para evitar la repetición del conflicto que enfrentó al pósito de Soutomaior y a la agrupación de Vilaboa hace unos meses. De esta forma, ambos colectivos han acordado que las dos playas estarán abiertas para el marisqueo los días 2, 3, 16, 17 y 31 de julio. En agosto, serán cinco días: 13, 14, 27, 28 y 29. Por último, en septiembre, se trabajará en seis días: 10, 13, 25, 26 y 27. Además de los días de apertura, la comisión de arbitraje también decidió los cupos que se fijarán por persona. Ambos arenales estarán abiertos para la captura de almeja japónica, fina y berberecho. Cada mariscadora podrá recoger cada jornada de trabajo un kilo de almeja fina, ocho kilos de almeja japónica y cinco de berberecho. El control se hará en las propias playas. Limpieza Por otra parte, el presidente de la agrupación de mariscadores Pedra da Oliveira, José González, explicó ayer que mañana por la mañana llevarán adelante trabajos de limpieza en la playa de Riomaior. Se trata de llevar una maquinaria adecuada para la limpieza de la superficie de parte de este arenal, que fue uno de los que más sufrió en la comarca de O Morrazo con las riadas del pasado invierno. Los esfuerzos realizados el pasado enero no fueron suficientes para poder retirar el lodo, que se acumula en gran parte de los fondos de la playa. En este sentido, José González manifestó también que la jornada de mañana se empleará asimismo para la siembra de cría de almeja y de berberecho, que sirvan para repoblar el banco marisquero. Cabe señalar que, como consecuencia de la gran cantidad de lodo que acabó en la playa y también el alto nivel de agua dulce que hubo en la ría durante las fuertes lluvias de octubre y noviembre, la mortandad en Riomaior fue bastante elevada.