El líder de Los Coyotes actuará este fin de semana en Ribadavia y Vilar de Santos
01 jun 2017 . Actualizado a las 04:00 h.Precursor del rock latino en la década de los ochenta y líder de la mítica banda Los Coyotes, Víctor Aparicio Abundancia (Tui, 1958), acumula casi cuatro décadas de una singular trayectoria musical. Escritor, diseñador y padre del rockabilly español, Aparicio sigue en la brecha y actuará este sábado en el festival Oukelele UKP Day en el castillo de Ribadavia a las 20.00 horas y el domingo a las 20.30 en A Arca da Noe de Vilar de Santos. La entrada a ambos eventos será gratuita. En los conciertos repasará un recorrido en el que han tenido cabida la música latina, el punk y el rock clásico de los años 50. Víctor Coyote lleva encima una larga senda de original mestizaje sonoro y afirma que aún le queda cuerda para rato. Compagina las actuaciones, con libros, exposiciones y trabajos de diseño gráfico, su otra gran pasión.
-¿Cómo arrancó su carrera?
-Estaba en Madrid estudiando Bellas Artes y comencé a tocar. Teníamos ganas de formar un grupo y arrancamos con Los Coyotes. Nuestro primer disco se editó en 1982. Pero nunca desde entonces dejé de hacer ilustraciones y trabajo gráfico. He ido compaginando esas dos facetas.
-El sonido de aquel grupo era muy particular ¿Cómo surgió?
-Con Los Coyotes primeros hicimos rockabilly clásico. Y luego lo mezclamos con un sonido punk. Fuimos pioneros en lo que luego se llamó rock latino. Ese tipo era muy mal vista en los años 80. Había muchos prejuicios. A mí nunca me ha gustado transitar por caminos trillados en la música. Siempre tratamos de innovar. No creo que tenga mucho sentido imitar a los Rolling o copiar a otros artistas. En aquellos momentos dijeron que éramos una mezcla entre Quilapayún y The New York Dolls. Creo que fue una descripción acertada sobre nuestro estilo.
-¿Qué canciones tocará en Ribadavia y Vilar de Santos?
-Será un dúo con mi compañero Pablo Novoa. Repasaremos algunas canciones de la época de Los Coyotes pero se centrará sobre todo en mi último disco, De pueblo y de río. Son una serie de versiones de canciones latinas, griegas o portuguesas como Havemos de ir a Viana, de Amalia Rodrígues. No soy especialmente partidario de la nostalgia, pero habrá cabida para las canciones de los 80 como puede ser el caso de Cien guitarras. Para nosotros son muy importantes los textos, además de la música. No hacemos, desde luego, canciones para chavales, sino para gente adulta. Pensamos que hay que trabajar bien las letras para transmitir mensajes.
-¿Hasta cuándo seguirá sobre el escenario?
-Ahora, desde hace tiempo, actuamos en dúo o en trío con Pablo Novoa a la guitarra y el batería Ricardo Moreno. Tenemos bastantes actuaciones al cabo del año, más incluso que cuando estaba con Los Coyotes. No me planteo dejarlo por el momento, nos lo pasamos bien en el escenario. Se verá más adelante.
-Usted vive en Madrid pero es de Tui.
-Sí, es una ciudad en la que me encuentro muy a gusto y a la que vuelvo de vez en cuando. Vivo en Madrid desde que era joven. Desde aquí nos movemos por toda España.