Un circo con un tigre en Tui abre el debate sobre el uso de los animales

Monica Torres
mónica torres TUI / LA VOZ

TUI

Oscar Vazquez

El Concello abre un expediente urbanístico pero la actividad es legal

27 nov 2015 . Actualizado a las 09:48 h.

La instalación del circo Arena está en el centro del debate social en Tui. La polémica ha saltado a la calle y a las redes sociales antes incluso de que Sona llegase a la pista. Este tigre blanco, nacido y criado en cautividad, criado con biberón por los responsables del circo y con quienes viaja por el mundo desde hace seis años descansaba ayer plácidamente en su camerino ajeno a la discusión entre detractores del uso de animales en los circos y partidarios de un uso regulado.

El espectáculo, ubicado en una finca privada, tiene dos frentes abiertos ya que el Concello les ha remitido una orden de paralización, pero «no por nada relacionado con la actividad sino con un incumplimiento urbanístico». El regidor, Enrique Cabaleiro confirmó que se le ha abierto un expediente por estas presuntas irregularidades, «por no presentar la comunicación previa a tiempo y porque la documentación aportada es insuficiente». El representante de la compañía, José Antonio Fernández, indicó que «solo faltaba un certificado que ya se entregó».

Pero la polémica que desata las decenas de comentarios en las redes sociales se centra en el uso de animales. Sobre este punto, el alcalde manifestó que «el Concello no puede regular sobre lo que no tiene competencias». Recuerda que el año pasado y, aunque el PSOE votó a favor, el pleno no aprobó una moción del BNG para declarar el municipio libre de circos con animales salvajes porque la propia secretaria municipal indicó que «el Concello no tiene competencias en materia legislativa, solo potestad en materia de vigilancia urbanística».

La asociación animalista Libera se da dirigido también al Concello para que el pleno rechace «este espectáculo con fauna silvestre». La entidad considera que «la movilización vecinal, que ha inundado las redes de comentarios de ciudadanos enfadados por la permisividad con un evento que consideran que maltrata a los seres vivos y los somete a un trato radicalmente antinatural, refleja el progresivo nivel de sensibilización de la ciudadanía».

Hay voces muy enfrentadas. Otros comentarios denuncian «una doble moral» y otros consideran que una fiscalización intensa para asegurar el bienestar de los animales es suficiente para regular su uso.

«Este tigre es uno más de la familia y en el espectáculo solo aparece en un número de magia para encantar a los niños», explica Susana Torralbo, responsable con su marido, Marcio Freitas, del circo Arena. Es la cuarta generación de la saga circense que inició su bisabuelo y que ya ha asegurado su continuidad con su hijo. Susana Torralbo nació hace 37 años en el circo. «Cuando naces en este mundo ya no lo quieres dejar y nosotros no vivimos de los animales sino para ellos, los adoramos y respetamos», insiste invitando a todo aquel que lo dude a visitar las instalaciones. «No solo tenemos todos los permisos y autorizaciones, sino que como legisla Portugal cada 10 días tenemos un control veterinario», señala. Los responsables del circo consideran que hay «personas anticircos en vez de animalistas. Cuando tienes todo en regla no pueden cuestionar tu trabajo, es falta de información», insisten.