Un maestre catedralicio en el siglo XXI

brais cedeira

TUI

Feliciano Figueiró regala hoy a la catedral de Tui su réplica del templo

20 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La consagración de la Catedral de Tui, una de las maravillas gallegas que aúnan románico y gótico, la realizó el obispo Egea en el año 1225. Su interior alberga joyas como el claustro, el único de Galicia completo en su versión original. Unos cuantos siglos después, un hombre que construyó su propia réplica del templo se la entregará hoy al cabildo tudense, como si de otra consagración se tratase. Es Feliciano Figueiró, vecino de Nigrán.

Feliciano no posee gran cosa de aquellos maestros de obra del medievo. Sus herramientas son algo más sencillas. Asegura reconstruir en madera las estructuras valiéndose de un cúter y una sierra. Hace dos años concluyó uno de sus trabajos más minuciosos, el de la estructura a escala del edificio religioso tudense. 70 centímetros de alto, 150 de ancho y de 30 kilos de peso. Empleó nueve meses de su vida, más de 500 horas de trabajo, y sin agotar la paciencia de su mujer. «A ella le da igual, realmente», asegura.

No fue el capricho de un día. A sus 77 años, prosigue cultivando una afición que le ha llevado a reproducir 25 piezas tras jubilarse. «Comencé a hacer las maquetas cuando estaba enrolado en la marina mercante», recuerda. Retirado de la mar en 1976, dedicó su tiempo libre a perfilar las maquetas que había elaborado durante los ratos ociosos en el barco. Con el tiempo y la práctica, talló la Catedral de Santiago. Entera. Durante dos años acudió 30 veces a visitar el edificio; tomó notas y realizó fotografías. Es la labor de un solo hombre. Ahora, el resultado se halla expuesto en el museo del templo compostelano.

Poco a poco, se había convertido en constructor de catedrales, un singular hacedor emplazado en el siglo XXI. En los últimos años no se ha movido demasiado. La edad pasa factura, y por ello ha optado por representar obras más cercanas en el espacio. Desde su domicilio en Camos (Nigrán) ha dado vida a réplicas de edificios religiosos de la comarca y sus alrededores: la colegiata de Baiona, la iglesia de Camos, el Ayuntamiento de Nigrán, el templo votivo del mar de Panxón... «Ya me cuesta más ir a los sitios. Incluso estoy pensando en dejarlo porque ya no puedo viajar y tallar grandes obras», dice.

Feliciano repasa sus mejores momentos. Recuerda esos viajes que le llevaron a Barcelona, a Burgos, a Madrid o a León con la única premisa de elaborar sus propias obras arquitectónicas en miniatura.

Este vecino de Camos nunca fue carpintero, ni tampoco ebanista. «Empiezas poco a poco, y con la experiencia te vas corrigiendo. Cuando termino una ya tengo ganas de empezar otra», exclama.

Hoy será el deán catedralicio, José Diéguez Dieppa, el encargado de presidir el acto de entrega de la maqueta. Tendrá lugar a las doce de la mañana en la sala capitular del claustro. Así pues, Tui se prepara para recibir una nueva catedral, como en aquel remoto siglo XIII. Eso sí, en edición estándar.

Feliciano Figueiró regala hoy a la catedral de Tui su réplica del templo