El misterio de Carolo

La Voz

TUI

María José Bravo, Ethel Vázquez y Elena Muñoz con los trajes típicos.
María José Bravo, Ethel Vázquez y Elena Muñoz con los trajes típicos.

La identidad del marinero que murió en A Gamboa sigue siendo un enigma, aunque su nombre podría ser un apodo

30 mar 2015 . Actualizado a las 19:26 h.

Esta tarde, ante una puerta de A Gamboa de cartón piedra, en la recreación de la Reconquista de Vigo, caerá muerto por las balas francesas un viejo marinero de O Berbés. El vigués que hoy lo interpreta se llama Félix Cazorla y el personaje histórico tiene un solo nombre: Carolo. A partir de aquí, todo es misterio.

206 años después de los hechos, la duda permanece: ¿Existió Carolo o se trata de una leyenda? Porque lo cierto es que, hasta ahora, ha sido imposible identificarlo.

De Carolo, la tradición afirma que era un viejo marinero de O Berbés que el 27 de marzo de 1809, sobre las nueve de la noche, se unió al batallón de Santo Antoíño que intentaba entrar en Vigo a través de la puerta de A Gamboa. Empuñando un hacha, intentó derribar el portón, pero cayó muerto por las balas de los soldados franceses, que disparaban desde las murallas. Fue el granadero Bernardo González Cachamuíña, quien tomó su macheta y consiguió franquear el paso, aunque quedó herido de tres balazos.

Los testigos de la escena relatan la gesta y mencionan al personaje. Pablo Morillo, en su informe a la Junta Suprema del Reino, escribe que, ante la puerta de A Gamboa, «se admiró la valiente serenidad de un anciano que murió de un balazo mientras la hacía astillas».

Pero no hay más menciones al personaje, que sin embargo fue ganando protagonismo en la obra de los cronistas. La inmensa mayoría de las narraciones están escritas mucho tiempo después.

El historiador José de Santiago, que a veces es vencido por la pasión frente al dato preciso, narra: «Daba ejemplo entre los paisanos un anciano marinero del Berbés que empezó a desbaratar la puerta manejando su hacha con vertiginoso vigor, a pesar de sus años: mas cayó este valiente mortalmente herido en su empeño».

Estrada Catoyra, en el centenario de la Reconquista, en una investigación concienzuda, reconoce que no ha encontrado ni una nota sobre la identidad de Carolo, «héroe anónimo del que sentimos no saber el nombre; tras investigar en los documentos que manejamos, pero este hecho es citado por todos los historiadores».

Pardo de Andrade cita también que murió en A Gamboa un hombre armado con un hacha: «En esta acción salió herido gravemente con tres balazos el bravo Don Bernardo González [Cachamuíña]. Al comandante de las fuerzas de la puerta de la Gamboa le mataron al hachero, después de abrir y franquear la puerta». Este cronista tiene gran valor, porque es coetáneo de la Reconquista. Aunque apunta un dato novedoso: según su relato, parece entenderse que Carolo muere después de abierta la puerta.

El académico de la historia Ramón Méndez Gaite insiste en el episodio: «Se destacó entonces de entre ellos un anciano marinero del Berbés, que manejando fieramente un hacha con un valor impropio de su edad, se echó contra aquella firmísima entrada que tenía un nombre que se habría de inmortalizar esa noche; descargando sobre ella veloces golpes que la destrozaron en astillas, haciendo saltar chispas siniestras de sus herrajes, hasta que una bala enemiga lo derribó traicioneramente a tierra».

Entre unos y otros, la figura de Carolo fue creciendo con los siglos, pero sin nada sólido que la sustente.

Álvarez Blázquez ya no habla de historia, sino de cierta leyenda: «Existe la tradición de que un marinero del Berbés, apodado Carolo, trató de romper a hachazos la puerta de la Gamboa, en cuya acción perdió la vida».

Y solo el cronista Avelino Rodríguez Elías tira de creatividad sin dar una sola referencia. Afirma que Carolo se llamaba José Ovelleiro. Pero este nombre no aparece en los libros de difuntos parroquiales. Ni hay rastro alguno de él. Este dato, sin aportar ninguna referencia, carece por completo de valor. Con el agravante de que no coincide con la información disponible. Hay que recordar que Rodríguez Elías escribió esto en la historia de Vigo que redactó desde el exilio en Paraguay, tomando muchos datos de memoria.

El caso es que incluso el propio nombre de Carolo es dudoso. De hecho, entre los testigos directos nadie lo llama así.

Morillo se limita a mencionar a «un anciano», ni siquiera marinero ni mucho menos de O Berbés. Todo apunta a que el nombre sea una aportación posterior, quizás un mote, un ?alcume?, ya que se trata de una palabra gallega con muchos significados.

Así que nuestro protagonista sigue siendo un misterio.

Personalmente, he buscado el rastro de Carolo en el Archivo Histórico Nacional, en el Archivo Histórico Militar y en los libros de difuntos del Archivo Diocesano de Tui. Y no hay forma de identificarlo.

Tal vez su verdadera dimensión sea haberse convertido en un símbolo: el del pueblo llano de Vigo, ninguneado en la Reconquista por Morillo, Tenreiro, Colombo, Vázquez Varela, Almeida... los líderes que, terminada la guerra, compitieron por ser los protagonistas y atribuirse los méritos de la gesta.

De alguna forma, es el pueblo anónimo. Tal vez Carolo somos todos.

la bujía del domingo Por Eduardo Rolland

eduardorolland@hotmail.com

Morillo se limita a mencionar a un «anciano», ni siquiera marinero, ni de O Berbés

Según un relato, parece entenderse que Carolo muere después de abierta la puerta