Piden tres años de cárcel para Sinaí Jiménez por amenazas a otros feriantes en Redondela

e. v. Pita VIGO / LA VOZ

REDONDELA

Alejandro martinez

El juicio a parte del clan de los Morones se aplazó ayer hasta septiembre

29 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El juzgado de lo penal número 3 de Vigo aplazó hasta septiembre el juicio que iba a celebrar ayer contra Sinaí Jiménez por proferir supuestas amenazas a feriantes zamoranos en Redondela. La Fiscalía pide 3 años y medio de cárcel para él y dos y medio para tres acusadas del clan de los Morones, así como entre cuatro y cinco años de alejamiento de las víctimas. Jiménez está en prisión provisional por una investigación en Cangas por extorsión en ferias.

El fiscal relata que el 6 de noviembre del 2015, varios miembros del grupo de los zamoranos instalaron puestos de venta en el mercadillo de Redondela, en la calle Mendiño. A las 9.30 horas, supuestamente, se personó Sinaí Jiménez acompañado de dos hermanas y la otra acusada, así como otras 30 personas sin identificar. El acusado se dirigió a un zamorano, con el que ya había tenido enfrentamientos y hostilidades ese año, cuando montaba los puestos de venta. Supuestamente, el miembro de los Morones le amedrentó para forzarle a desmontar los tenderetes y abandonar el lugar.

El escrito fiscal sostiene que Jiménez dijo al líder zamorano: «Ya estamos aquí, te vamos a matar, vuelve a irte para Zamora, esta tarde voy a ir a tu casa para matarte a ti y a toda tu familia, los zamoranos os tenéis que ir todos de Galicia, ya se os acabó el vivir aquí». Según el fiscal, el acusado alzó la voz hacia todos los presentes y añadió: «No se quieren ir y ha habido hasta tiros». Inmediatamente, le lanzó un hierro hacia el zamorano que no le alcanzó y le volvió a amenazar: «Te voy a pegar dos tiros con mi pistola, vete comprándote un panteón en Zamora», mientras hacía el gesto de empuñar un arma.

Las otras hermanas les gritaron «violadores, os dedicáis a comprar niños, estáis todos muertos, Galicia es de los Morones, marchaos para Zamora y Valladolid». La cuarta implicada hizo al resto de los feriantes un gesto con la mano de cortarles el cuello. Amedrentados, los zamoranos recogieron sus puestos del mercadillo.