El Sinsal despide con ganas de más su sexta edición en San Simón

b.r.s. VIGO / LA VOZ

REDONDELA

Oscar Vázquez

El festival ofreció a lo largo de tres días un paseo por los sonidos más interesantes del panorama mundial

25 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El Festival Sinsal San Simón despidió ayer su edición número catorce (la sexta desde que asentó su ubicación en la isla situada frente a la parroquia de Cesantes, Redondela), con altas temperaturas y un programa en el que los espectadores tuvieron una nueva oportunidad para regresar a casa con los bolsillos llenos de propuestas sonoras. Y junto a ellas, disfrutar de melodías conocidas en los miniconciertos de artistas que aportan un toque familiar al evento, como los tudenses Best Boy, Nicolás Pastoriza o los hermanos Ferreiro, que estuvieron el sábado.

El carácter familiar del festival, ya que son muchas las familias jóvenes que acuden con niños, se puso de manifiesto en la última jornada, con la actuación de Tanxarina Títeres en el escenario ubicado en uno de los rincones más bellos de la isla, el Paseo dos Buxos. Algunos espectadores también optaron por apuntarse a actividades como los paseos en kayak y vela. El Sinsal se consolida como un referente único en el panorama de los festivales españoles, carácter que le otorga el espacio BIC (bien de interés cultural) en el que se desarrolla y una programación que no necesita de estrellas mainstream para vender todas las entradas (en un aforo limitado a 800 personas por día) y bonos para los tres días, aunque allí no se pueden quedar a pasar la noche.

La experimentación de la argentina Juana Molina, la brillante voz de la británica Eska, la electrónica del norteamericano Dan Deacon, el folk rock tranquilo de Riley Walker, la elegancia clásica de la londinense Ala.Ni o el ritmo imparable de la banda del Dj egipcio Islam Chipsy cerró un certamen caluroso en todos los sentidos. Buena parte de los artistas que acuden al Sinsal siguen de gira por Europa.