Un redondelano es juzgado dos veces en un día por delitos de malos tratos a su exmujer

e. v. pita VIGO / LA VOZ

REDONDELA

En un tribunal, respondió por un quebrantamiento de la orden de alejamiento y en otro por golpear a la víctima contra el marco de la puerta

08 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Un vecino de Redondela, actualmente ingresado provisionalmente en la prisión de A Lama, fue juzgado ayer dos veces en dos tribunales distintos como autor de sendos delitos de malos tratos contra su ex mujer.

La primera vista tuvo lugar en el juzgado de lo penal número 1 de Vigo para responder por un delito de quebrantamiento de la orden de alejamiento. Era reincidente porque fue condenado a 4 meses de cárcel el pasado abril por burlar la orden que le prohibía acercarse a menos de 300 metros de la casa de su exmujer en Redondela. La orden fue impuesta el 16 de noviembre del 2015 y, tras el incumplimiento, fue ampliada a todo el territorio del municipio.

A pesar de ello, el implicado, supuestamente, en el período del 20 de abril al 2 de mayo realizó varias llamadas telefónicas a la exesposa y le mandó un SMS. Además, se montó en el vehículo de la víctima y de su actual pareja desde Quintela hasta Redondela. También acudió al domicilio de la víctima en Pontevedra, donde estuvo residiendo hasta el 5 de mayo. La policía lo detuvo dentro de la vivienda e ingresó en prisión provisional comunicada y sin fianza. Por estos hechos, el implicado aceptó ayer 6 meses de cárcel.

El segundo juicio de ayer tuvo lugar poco después en el piso de arriba, en el juzgado de lo penal número 2 de Vigo. En esta ocasión, el implicado negó los hechos y se celebró el juicio.

Lesiones en el hogar

La Fiscalía sostiene que a las 21.00 horas del 3 de noviembre del 2015, el implicado, con intención de dañar físicamente a su mujer, acudió a la casa de esta en Redondela y la empujó, de forma que la víctima se golpeó contra el marco de una puerta.

La víctima resultó lesionada con un hematoma alrededor del ojo y una contusión en el rostro. Recibió una asistencia y precisó 12 días para sanar. A partir de esa fecha, el juzgado acordó como medida cautelar la prohibición de que el acusado se acercase a su mujer a 300 metros o comunicarse con ella. Su incumplimiento le costó después varias condenas.