Un monitor criado entre caballos

Lorena García Calvo
lorena garcía calvo VIGO / LA VOZ

REDONDELA

David Alonso creció entre caballos y ha conseguido convertir el mundo equino en su profesión.
David Alonso creció entre caballos y ha conseguido convertir el mundo equino en su profesión. xoán carlos gil

David creció ayudando a su familia en el club hípico, donde ahora imparte clase a personas de todas las edades

25 abr 2016 . Actualizado a las 11:55 h.

David Alonso creció entre caballos. Su familia es la propietaria del club hípico La Muralla y recuerda a la perfección cómo desde pequeño se pasaba las horas rodeado de animales. «Dende que teño conciencia sempre lembro ter cabalo, limpalos, coidalos e montalos. A miña infancia foi vivindo na propia escola de equitación», recuerda David. Por eso no es de extrañar que a la hora de labrarse un futuro encaminara sus pasos hacia el mundo equino. Su auténtica vocación.

Tras acabar sus estudios se inscribió en diversos cursos de tecnificación y preparación y sacó también adelante el curso de monitor de equitación. Pero asegura que toda formación es poca. «Cada cabalo é diferente e tes que facerte con el», explica. Y es al frente de la Escuela de equitación La Muralla, ahora ubicada en Redondela, donde David sigue aprendiendo día a día al tiempo que traslada sus conocimientos a todo el que quiera aprender a disfrutar de los caballos.

En la actualidad, alrededor de 150 alumnos de diferentes edades aprenden a montar, a practicar horseball, a hacer doma, e incluso manejo o saltos en las instalaciones que del La Muralla. «A maioría do noso público son nenos entre 8 e 14 anos, pero tamén temos xente que supera os 50». Según lo que demandan y su edad -el más pequeño apenas tiene cuatro años-, varían lo que aprenden, pero todos los que cruzan las puertas de la escuela de equitación van a disfrutar de algo más que un deporte. Eso no es discutible.

«Para nós é fundamental ensinarlles tamén como viven os cabalos e os seus coidados, ademais de aprender a montar», sotiene David. Por eso es una norma no escrita en el La Muralla que además de la hora de entrenamiento que tengan sobre el animal -menos para los más pequeños- disfruten de al menos otro cuarto de hora, o más, acompañando al caballo y estableciendo un vínculo con él. «Sempre tentamos que se involucren no coidado do cabalo, parécenos fundamental».

El paso a paso

A la hora adentrarse en el mundo de la equitación, David Alonso asegura que no existe ningún perfil tipo y que es una disciplina de la que todo el mundo puede disfrutar. «Nós non poñemos condicións, isto é unha actividade física e dependes dun animal. Se por exemplo tes moitísimo sobrepeso, pois é máis difícil; hai xente que di ser moi patosa e que sen embargo non ten ningún problema, co cabalo ten un feeling diferente».

El proceso para adentrarse en el mundo de la equitación comienza en la escuela La Muralla con perder el miedo al animal. «Se nunca tocaches un cabalo nin sabes como se comporta, tentamos ensinarche dende o principio, que se estableza un vínculo co animal. Primeiro paséalo, como se fose un can, aprendes a paralo, a que te obedeza, e logo xa sobes e comezas a facer exercizos». Paradas, giros, equilibrio, mantener el ritmo o rutas son la guia a seguir, y luego, cuando moverse sobre el animal ya es natural, vienen las especializaciones.

En el caso del La Muralla, desde hace años su principal especialidad es el horseball, un deporte en el que se han granjeado un nombre propio en Galicia. «A nivel competitivo centrámonos nel, levamos apostando por este deporte dende que chegou a Galicia porque entendemos que infunde os valores da escola, o traballo en equipo e o compañeirismo», argumenta el monitor de la escuela. A lomos de sus caballos los integrantes del La Muralla ya han participado con éxito en un buen puñado de campeonatos, pero por si alguno de sus alumnos prefiere otra disciplina, también pueden participar en concursos sociales contra otros clubes en otras modalidades.

Para David y su familia, que regentan la escuela hípica, lo fundamental es encontrar en el caballo deporte, entretenimiento y también tranquilidad. «Tentamos ter un espazo na natureza na que poidan desfrutar». Una vía para que los más pequeños se olviden de las consolas durante un rato y para que los mayores se quiten de encima el estrés.

Como curiosidad, David cuenta que de un tiempo para aquí «o 85 % do noso público é feminino, e pásalle o mesmo a outras escolas», y admite que lo mejor de su profesión, sobre todo cuando se trata de los más pequeños, «é ver as súas reaccións cando soben ao cabalo por primeira vez». Un momento único del que David es testigo privilegiado.