Hubo un único ganador
06 abr 2016 . Actualizado a las 04:00 h.«¡Que manciña tes Pura!», abría la crónica de La Voz de Galicia que narraba la tromba de millones que había caído en Redondela el 6 de abril de 1990. Pura Fernández, del quiosco Coco de la villa de los viaductos, había sellado un premio de la lotería Primitiva de 1.200 millones de pesetas. La exclamación recogida por la periodista hacía referencia a que, un año antes, Pura había sellado otro boleto de la Primitiva premiado con 900 millones de pesetas.
Antes de que se conociese el nombre del agraciado, los rumores corrían de Cedeira a Rande, pasando por Reboreda. Todos conocían al ganador del año anterior, «un señor muy sencillo que continúa trabajando en el campo; eso sí, engordó muchísimo».
Finalmente se supo que el ganador era un maestro de albañilería que ganaba al mes 60.000 pesetas. Para celebrarlo dio un gran convite para cuarenta parientes y después se fue a las islas Canarias.
Aquel día, también tocaron tres segundos premios en Vigo, con 7,6 millones de pesetas para cada uno de los agraciados.