Solo dos polígonos mejilloneros de Arousa y Redondela están abiertos

EFE

REDONDELA

ÓSCAR VÁZQUEZ

Todos los restantes permanecen cerrados por marea roja

28 abr 2015 . Actualizado a las 18:26 h.

Solamente dos polígonos mejilloneros de Galicia, Vilagarcía A y Redondela C, permanecen abiertos, por la presencia de toxina en las aguas, un fenómeno denominado marea roja.

La directora del Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño de Galicia (Intecmar), Covadonga Salgado, explicó a Efe que se trata de un episodio natural de presencia de toxinas amnésicas, que está concluyendo, pero al que se sucede la presencia de toxinas lipofílicas, que empezó en marzo y que aún se encuentra en «fase ascendente».

La especialista explicó que se trata de un fenómeno que «está afectando a la práctica totalidad de los polígonos de mejillón en batea», aunque resaltó que continúan abiertas dos de las tres zonas de ostra, O Grove A y Redondela A, mientras que está cerrado Cambados D.

«Normal»

Sobre la intensidad y duración del episodio, explicó que se trata de una situación similar al año pasado y al registrado en 2013 e insistió en que es un episodio «normal» y «natural» que se da en primavera y principios de verano.

No obstante, apuntó que se trata de un «episodio fuerte», como en los dos años anteriores, que, además, también está afectando a muchas zonas infraunales de moluscos, los que viven enterrados en la arena, como almeja, berberecho o navaja.

En este sentido, recordó que solo hay una zona abierta de las cinco de la ría de Vigo; una también de cinco en la ría de Pontevedra; cinco de siete en Arousa y cerradas todas las zonas de las rías de Muros y Ares-Betanzos.

En el caso de esta última ría, se trata de la presencia de toxina paralizante, mientras que el resto es lipofílica.

Preguntada por la previsión de evolución del fenómeno, Salgado explicó que, en el caso de la toxina lipofílica, las previsiones son de semanas o incluso meses, aunque dijo no atreverse a augurar un cierre de este plazo, pero sí apuntó que se podría producir en el caso de las rocas de las rías.

Sin embargo, la toxina amnésica, la que se registró en los primeros meses, protagoniza «fenómenos muy rápidos, de corta duración, de días o semanas», por lo que, de hecho, se iniciaron aperturas por su descenso, pero, al mismo tiempo, se presentó la toxina lipofílica, y «hay polígonos cerrados por las dos».

Sobre la seguridad del consumidor, afirmó que en su centro, «en absoluto estamos sobrepasados», a pesar de que sea una situación «mala para el sector», pero se manejan métodos de referencia, resultados acreditados y se está incrementando la frecuencia de los análisis, como corresponde con el incremento de la toxina en las zonas.

«Máxima garantía para el consumidor de lo que llega al mercado por los cauces legales», concluyó.