La matrona Inés Curro dice que la actividad mejora la flexibilidad del cuerpo y el estado emocional de las madres y de los bebés
17 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Mujeres embarazas y que acaban de dar a luz bailaron al ritmo de bachata y música angoleña el viernes por la noche en las Fiestas del Cristo de Salceda de Caselas. Las personas que participaron en el baile coreografiado pertenecen al colectivo Coliño Bailongo, formado por mujeres de grupos de preparto y posparto que dirige la matrona Inés Curro Fernández.
La comadrona, originaria de Santa Cristina de Cobres, vio que eran necesarios ejercicios más completos en los grupos de preparto que dirige, por lo que introdujo el baile. «Es una actividad física divertida en la que se ayuda a aumentar la flexibilidad del cuerpo y también se fortalece la pelvis para el parto. Además, a nivel mental, mejora el estado anímico, ayuda a que disminuyan las preocupaciones y el estrés con el que muchas mujeres están en este período de su vida», asegura. Se trata de una idea original suya que, como afirma, «está en fase de desarrollo y cada día me hace descubrir cosas increíbles de la maternidad».
La actividad tuvo tan buena acogida en las futuras mamás de Ponteareas, que son 27, y las diez de Salceda, que se animó a introducir el baile en el grupo de posparto, al que acuden mujeres de los seis municipios en los ejerce como matrona con sus recién nacidos. «Pude ver que las mujeres tenían una recuperación física precoz con el baile y como es una actividad tan libre, cada una puede incorporarse a su ritmo», afirma Curro.
Pero esta actividad no es solo beneficiosa para las madres, sino que también influye en los pequeños. En palabras de la especialista, «se produce una estimulación temprana para el bebé, ya que los introducimos en un lenguaje universal, que es la música. Además, la madre baila con el bebé junto a ella, ya que son porteados, esto hace que tengan más contacto con ellas».
La música que elige para estos bailes no es la clásica con la que se suele relacionar a los recién nacidos, sino un ritmo muy diferente. Se trata de música afrolatina, «las bachatas y merengues son unas melodías que transmiten alegría y vitalidad. Estos ritmos también llevan a las mujeres a conectar con su feminidad», admite Inés Curro. Asimismo, asegura que lo que más sorprende a las madres que portean a los pequeños es lo rápido que ellos se quedan dormidos cuando bailan, «los bebés se relajan cuando sienten que ellas están disfrutando», añade.
Estos encuentros de baile se llevan a cabo una vez a la semana a lo largo del programa, que dura ocho. El grupo de preparto de Ponteareas se reúne en el centro de salud, mientras que el de Salceda lo hace en una sala cedida por el Ayuntamiento; mismo lugar donde se reúne otro día el grupo de posparto, en el que participan doce. «El Ayuntamiento de Salceda se está volcando con esta actividad y colaboran para que se lleve a cabo, incluso nos subvencionó las camisetas para el baile», asegura Curro.
Son grupos en los que las mujeres de su cupo pueden integrarse a partir del sexto mes de embarazo. Como explica la matrona, «esto es más que una actividad, se forma un grupo de ayuda común entre ellas».
Hace un año que integró el baile como actividad en el plan, pero este fue el primero en que los bailes se hacen en público. Para ello se preparó una coreografía en la que participaron 29 mujeres de los tres grupos y tres papás que se reunieron a lo largo de varias semanas. Durante estas jornadas, «se generó un clima de empatía tan bonito entre las embarazadas y las mujeres que ya estaban experimentando la maternidad, que era fascinante ver la colaboración entre unas y otras. Pudieron compartir experiencias y consejos en un ambiente muy alegre».