Salinas y sus compañeros pasaron del running sobre asfalto al monte, donde encontraron el escenario perfecto
10 jul 2017 . Actualizado a las 10:29 h.Jorge Salinas se había dedicado al fútbol toda su vida. Cuando llegó el momento de retirarse, se refugió en el running para continuar sintiendo la adrenalina que provoca el deporte. Junto a él, diez amigos se aficionaron a la disciplina, que practican tanto por carretera como por montaña (trail). En el 2014 decidieron presentarse en grupo a un rastrexo, carreras nocturnas temáticas en las que se realizan pruebas físicas y mentales, y tras esta competición formaron el Clube de Montaña e Atletismo As Lebres de Oia. «Todo comenzó como una broma, como un grupo de amigos que se juntan para competir, pero empezamos a interesarnos en organizar eventos en nuestro concello y decidimos formalizar el club», describe Salinas.
Participaron en múltiples carreras por Galicia, y el año pasado organizaron el primer rastrexo en su concello, Eu fun a EXB, una carrera ambientada en los años 80 y 90 en la que participaron 48 grupos. A día de hoy el club cuenta con dos equipos infantiles, uno femenino y otro mixto, de entre 8 y 12 años, al que llaman As Lebres Cazapiñas.
La pasión de Salinas por este deporte le ha llevado a visitar los Alpes franceses, el norte de Portugal y varios picos de la geografía española. Ahora prepara junto al resto de sus compañeros una expedición de dos días a Jou de los Cabrones, en los Picos de Europa. Esta ruta ya es conocida para el montañista, que cuenta entre sus conquistas varias escaladas por este macizo de la cordillera Cantábrica.
Pero aproximarse a este deporte exige gran preparación, tanto física, como mental. «La montaña es muy complicada. El día puede empezar muy bien pero las condiciones cambian y si no estás preparado puede llegar a ser peligroso, ya que volver atrás no es una opción fácil». Sin embargo, el deportista asegura que merece la pena vivir cada experiencia. «Correr por el monte es muy diferente a correr por carretera. La montaña es sensación de libertad, es disfrutar de la naturaleza y aprender a moverte en ella».
A la hora de prepararse para sus competiciones, As Lebres de Oia se emplea a fondo en los entrenamientos. Los competidores trabajan de media cuatro días a la semana una hora y media al día. Esfuerzo y empeño que se traducen a la hora de mirar hacia el podio. Aunque se consideran amateurs, los deportistas de As Lebres son reconocidos por su éxito en competiciones autonómicas. Integrantes del equipo como Antonio Liébanas, han llegado a situarse en los primeros puestos de carreras tan reconocidas como Xtrema Soutelo, Trail Trans Serra da Groba o Galicia Máxica, compitiendo a la altura de los mejores corredores nacionales.
Hasta ahora, la prueba más dura para Salinas ha sido, sin duda, el Trail Desafío Oia 2017, una maratón de 42 kilómetros a través de las montañas del concello que consiguió completar en 7 horas. «Fue muy exigente a nivel físico, pero cuanto más dura es la carrera, más valor le das a llegar a la meta» asegura Salinas, que ya apunta hacia carreras de 100 kilómetros. «Esto engancha, cuando consigues un objetivo ya estás pensado en el próximo».
Un entorno privilegiado
Una de las ventajas que tiene As Lebres es su ubicación. Oia, situada entre el Océano Atlántico y el río Miño, es el escenario perfecto para que puedan entrenar en todo tipo de condiciones y terreno. «El trail es muy popular en la zona, casi toda la juventud del concello lo practica y aunque no formen parte del club, quedamos para entrenar juntos muchas veces».
Aprovechando esta localización privilegiada, el equipo organizará el próximo 10 de septiembre el primer duatlón del concello, con un total de 10 kilómetros de trail y 18 en bicicleta (btt). Tanto los vecinos como el ayuntamiento se han volcado con el club, que cuenta con más de 140 colaboradores habituales. «El equipo es muy querido en el concello. Recibimos mucho apoyo siempre que organizamos algo», describe Jorge Salinas. As Lebres de Oia espera mantener esta nueva cita deportiva en el tiempo.