El conductor fue arrollando ciclistas en A Guarda sin frenar hasta 200 metros después

Monica López Torres
mónica torres OIA / LA VOZ

OIA

óscar vázquez

El informe de Tráfico achaca el siniestro, que se saldó con un muerto y siete hospitalizados, a una distracción del piloto del vehículo

09 jun 2016 . Actualizado a las 11:42 h.

La causa principal del accidente múltiple que se registró en A Guarda el 12 de marzo y en el que falleció uno de los ciclistas arrollados fue «una posible distracción o desatención momentánea» del conductor del vehículo, M.B.A.L., de 87 años, «que no frenó tras el impacto». Así lo considera el informe instruido por Tráfico y que se ha aportado a las diligencias que se siguen en el juzgado de instrucción Número 3 de Tui.

La investigación deduce que el octogenario, «no se percata de la presencia de los ciclistas y, aunque logra rebasar en su marcha a los dos últimos, por escaso margen, arrolla de forma sorpresiva y sucesivamente, con gran violencia, a varios de ellos, siendo el primero en ser atropellado el que circulaba en la última posición de la columna izquierda». Se trata de José Antonio Casás Pérez, el vecino de Nigrán que falleció en el acto.

«Como resultado de las sucesivas colisiones, varios de los ciclistas salen despedidos hacia la parta superior del turismo, otros hacia la parte de derecha de la vía y otros caen sobre la calzada y el carril bici», continúa la exposición de hechos de Tráfico.

En la misma se establece que, «a pesar de la violencia del impacto, en lugar de realizar una maniobra evasiva de frenado o cambio de dirección que aminorase los resultados del accidente, el conductor continúa trayectoria recta, atropellando sucesivamente a varios de los ciclistas que conforman el grupo y provocando la caída de otros». El conductor continuó sin detenerse hasta más de 200 metros, se recoge en la reconstrucción de Tráfico, «para reiniciar la marcha después de haberse parado unos instantes, dirigiéndose al restaurante de la playa Area Grande a unos 1,2 kilómetros del lugar».

En el informe de Tráfico se determina además que los ciclistas iban a unos 30 kilómetros por hora y que el vehículo circulaba a unos 90, 20 por encima de la velocidad máxima permitida en su carné de conducir.

Declaraciones clave

En las diligencias se aportan además dos nuevas declaraciones. Se trata de la del conductor del vehículo que circulaba detrás, a 100 metros del coche que impactó contra el pelotón, y la del ciclista que venía de frente.

«Cuando el turismo se acercó al grupo de ciclistas, observé que no varió en ningún momento su trayectoria, ni cambió de carril, ni frenó, siguiendo recto como si nada, y fue cuando observé que empezaron a saltar ciclistas como consecuencia de los golpes que les iba dando el turismo sucesivamente al arrollarlos», relató el conductor del vehículo. En su declaración ante los agentes, afirmó que «una vez atropelló a los ciclistas, continuó su marcha, arrastrando como restos de bicicletas por la carretera, haciendo un amago de parar a unos 200 metros después del lugar del accidente. Se detendría como un minuto, pero luego continuó viaje». El ciclista que circulaba en dirección contraria estaba a 200 metros del lugar cuando se produjo el siniestro. «Escuché varios golpes seguidos, como estruendos, observando cómo un coche atropellaba a un grupo de ciclistas, viendo volar a varios de ellos y otros salir disparados hacia los lados», relató. Sostiene que «el coche iba atropellando a los ciclistas sucesivamente, siguiendo constantemente la línea del arcén sin desviarse de la misma» y que «una vez que pasó por encima de las última de las bicicletas, el coche continuó la marcha sin detenerse».

El ciclista manifestó que llegó a hablar con el conductor tras el siniestro. «Le di el alto, bajó del coche y vino hacia mí diciéndome: ?¿Qué pasa? Solo atropellé a uno?. Yo le dije: ?¿Pero usted no ve lo que acaba de hacer? Volvió a subirse al coche y, sin decir nada más, continuó la marcha hacia A Guarda», indicó.

El juzgado tomará declaración el jueves a un policía local de A Guarda y al camarero del restaurante en el que se paró a avisar el conductor tras el accidente ocurrido.