«Parte de la miel que consumíamos aquí se va para fuera y no llega»

alejandro martínez O PORRIÑO / LA VOZ

O PORRIÑO

Oscar Vazquez

El portavoz de los apicultores cree que la Vespa velutina siempre será una amenaza para las abejas

06 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

José María Seijo destaca el buen momento que vive la apicultura en Galicia debido a la apuesta de los productores por la calidad y la búsqueda de mercados internacionales, donde el precio se ha revalorizado.

-¿A qué atribuye el incremento del precio de la miel, que prácticamente se ha duplicado en los últimos años?

-A la calidad que estamos presentando. Mel de Galicia se está exportando a todo el mundo. Nos han descubierto consumidores de países árabes, China, Japón, Estados Unidos o Inglaterra. En este momento si hubiésemos tenido más producción podríamos haberla vendido toda y a muy alto precio. Si aquí van sobre 9 euros o 10 el kilo, allí podría ir casi el doble y nos la llevarían toda.

-Sube el precio pero no desciende la demanda. ¿Por qué?

-Hemos llegado a unas calidades de miel que en el momento en el que se meten en el mercado no se preguntan precios. Solo dicen, «queremos esa miel». Tenemos unas condiciones en Galicia para producir una miel de excelente calidad. Hemos pasado diez años especializándonos en seleccionar la mejor miel y eso nos está repercutiendo ahora.

-¿En cuánto se ha incrementado el consumo?

-En un 50 %. El público busca productos de calidad. En el mercado mundial observamos que hay mucho volumen de miel, pero de bajísima calidad. De excelente calidad hay poca. La gente empieza a demandar esa producción y no llega.

-¿Se puede decir que el consumo de miel se ha puesto de moda?

-Miel hemos tenido siempre. Tenemos muchísimos productores y poca cantidad, que se vendía dentro del círculo familiar y vecinal. Ahora hemos hecho industria de eso y nos hemos presentado al exterior. La gente ve que la nuestra es una miel que no se encuentra en ningún lado y se crea una demanda. Parte de la miel que consumíamos aquí se va para afuera y no llega.

-A qué atribuye la calidad de la miel de Galicia?

-Se debe a la climatología y a la floración que tenemos aquí. Por otro lado, a la especialización de los apicultores, que han conseguido producirla en las mejores condiciones. Se puede quitar mucha miel, pero si se hace en malas condiciones, se pierde mucho valor.

-¿Es una oportunidad de negocio?

-Hay una cosa clarísima. Hace cinco años teníamos sobre 90.000 colmenas y, en este momento, hay registradas 150.000. Hemos casi duplicado la cantidad. Este incremento no se percibe aún en producción porque esta viene cuando ya se llevan dos o tres años. Se está metiendo mucha gente y el futuro es optimista.

-¿Cuáles son las amenazas del sector?

-La Vespa velutina y otras enfermedades frenan y echan para atrás a mucha gente y a los que están produciendo, puesto que de alguna manera tienen más trabajo. Les cuesta más producir.

-¿Cree que se podrá hacer desaparecer la Vespa velutina?

-Francamente creo que no la vamos a eliminar nunca, aunque sí a disminuir. Soy partidario de que los apicultores cambien el chip en este momento a la hora de manejar a las abejas para que se defiendan de la Vespa velutina.

-¿De qué forma?

-Hay que criar mejor a las reinas, hay que prever el ataque de la avispa, habrá que alimentar a las abejas cuando la presión es muy alta para que no pierdan población y esperemos que también obre la naturaleza, que dentro de unos años, la abeja se vaya autodefendiendo.

-¿Qué le parece la colocación de trampas contra las reinas?

-Me parece bien y he felicitado al Concello de O Porriño por haber colocado 200 trampas. Pero esto o lo hacemos todos o no lo hace nadie. De nada sirve que un Concello haga un control muy exhaustivo si el de al lado no lo hace. Este es el momento más propicio porque es cuando las reinas despiertan de la temporada invernal. Cada una que cojamos ahora es un nido menos. Pero no vale poner el nido y olvidarse de él. Hay que controlar que tenga líquido y que si se satura de otros insectos retirarlos para que las trampas sean más selectivas.