Conductores de O Porriño aparcan con las tarjetas de discapacitados muertos

alejandro martínez O PORRIÑO / LA VOZ

O PORRIÑO

ALEJANDRO MARTINEZ MOLINA

Una plataforma denuncia en el Concello el uso fraudulento de las acreditaciones

27 abr 2016 . Actualizado a las 07:44 h.

Personas con discapacidad sufren en carne propia en O Porriño el uso abusivo que algunos conductores hacen de las plazas de aparcamiento destinadas para ellos. La picaresca se manifiesta de muchas formas. Hay quien sencillamente aparca sobre los estacionamientos pintados de color azul sin ningún pudor. Otros lo hacen utilizando tarjetas caducadas, de otras personas o bien meras fotocopias en color.

La plataforma de personas con problemas de movilidad Pladisba ha puesto además en conocimiento de las autoridades municipales otra irregularidad que han detectado, el uso de tarjetas de discapacitados de personas que ya han fallecido para aparcar fácilmente en lugares del centro. El portavoz de esta asociación, Ricardo Outerelo, afirma que disponen de pruebas fotográficas para corroborar esta denuncia. Para evitar esta utilización fraudulenta, han solicitado al Concello que exija una fe de vida a cada beneficiario cada dos años de uso de la tarjeta. También consideran que la Policía Local debería de inmovilizar los vehículos de los infractores.

Acreditaciones azules de enfermos que ya no se pueden levantar de la cama también sirven para que personas sanas circulen por las calles con la opción abierta de aparcar en las plazas para minusválidos.

Responsables de la asociación mantuvieron ayer su primer encuentro con la alcaldesa, Eva García de la Torre, con el objetivo de trasladarle las demandas del colectivo de discapacitados en el municipio.

Ricardo Outerelo manifestó que encontraron en la regidora una buena predisposición para atender las necesidades de este colectivo. «El camino se anda con el primer paso», manifestó este representante vecinal. El uso fraudulento de estas tarjetas es una de las cuestiones que más preocupan a este colectivo en O Porriño, donde todos los edificios públicos tienen acceso adaptados. «Yo no tengo problemas, pero lo que detecto es que hay gente que aparca sin motivo y sin tarjeta ni nada», señalaba Manuel Lorenzo.