O Porriño modifica el entorno de la plaza de abastos por la gran presión vecinal

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera O PORRIÑO / LA VOZ

O PORRIÑO

O Porriño
O Porriño Luis Carlos Llera

Varios clientes sufrieron caídas por el pavimento rugoso en la entrada

25 nov 2015 . Actualizado a las 17:50 h.

La presión vecinal contabilizada en 2.000 firmas recogidas en la plaza de abastos ha obligado al Concello porriñés a modificar un proyecto de acondicionamiento del entorno del mercado, según informó el representante de los placeros, José Ben. Junto al mercado hay dos grandes carteles que anuncian las obras acometidas con fondos Feder, una fue efectuada el año pasado en el interior de la plaza y fue realizada por .Construcciones Lemos. El acondicionamiento del entorno de la plaza tiene un presupuesto de 114.000 euros de los que 79.000 corresponde a una subvención. En este cartel no aparece el nombre de la empresa contratada.

El proyecto de acondicionamiento del exterior de la plaza fue realizado por los arquitectos Jesús Irisarri y Guadalupe Piñera y consistió básicamente en colocar un pavimento rugoso en la entrada del mercado haciendo juego con la fachada de granito rosa Porriño que está sin tratar. El trabajo pretendían ensalzar la obra que en su día realizó Xosé Bar Boo uno de los grandes arquitecto vigueses pero también de los más polémicos por sus actuaciones a pie de playa como la urbanización ejecutada junto a la desembocadura del Lagares o la torre de Toralla. El caso es que el pavimento de entrada a la plaza porriñesa se parecía a la plaza Miralles del campus universitario de Vigo, una obra igualmente cuestionada por la gran incomodidad que supone para los que la transitan. Además de dificultar el acceso al mercado, en el proyecto inicial se eliminaban unas 30 plazas de aparcamiento. Estos factores crearon malestar y promovieron la recogida de firmas y el Concello ha optado por rectificar tras escuchar también críticas del Partido Popular. Dentro de los propios simpatizantes socialistas también había desazón. Así lo manifestaba uno de ellos, que caminaba por la plaza junto a un antiguo edil de este partido: «No estoy de acuerdo, ni estética ni funcionalmente porque la gente mayor tropieza», señalaba.

En teoría, los trabajos efectuados debían favorecer la circulación alrededor de la plaza y convertirla en un espacio de ocio. Para ello colocaron unos bancos también de piedra para sentarse en la entrada del mercado.

Pero el suelo rugoso ha originado muchos problemas, como atestigua Patricia Rodríguez Boente, una joven discapacitada que circula en silla de ruedas: «El suelo que han puesto es una mierda, se me atasca la silla.

«Lo querían hacer tan rústico, que se pasaron. No tiene sentido», señala Andrea Fernández, encargada del supermercado ubicado dentro de la plaza de abastos.

Otros vendedores aseguran que al menos se han producido tres caídas de clientes. «Una señora uvo que ser traslada al hospital Álvaro Cunqueiro porque se rompió un brazo al tropezar», afirma una placera.

Los problemas originados han sido tales que el Concello ha optado por ordenar a la empresa que ha hecho las obras que pula los relieves de las piedras de granito colocadas en el suelo, de manera que se alise la superficie y se facilite el paso de peatones y de personas mayores con dificultades. Un comprador del mercado, Juan Vidal, asegura de forma rotunda: «Yo vengo aquí por la calidad de los productos pero lo que es el edificio, la verdad es que da pena, no incita para nada a comprar».