Fiambrera Solidaria de O Porriño sirve 800 raciones al mes

a.martínez o porriño / la voz

O PORRIÑO

Los voluntarios trabajan en los locales de la escuela de hostelería de Torneiros.
Los voluntarios trabajan en los locales de la escuela de hostelería de Torneiros. a.m.< / span>

La asociación cumple año ayudando a los más necesitados

04 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La asociación Fiambrera Solidaria de O Porriño cumple un año de existencia y ya se ha convertido en un servicio insustituible para muchos vecinos con escasos recursos económicos.

Ocho voluntarios hacen la comida para ellos dos veces por semana y posteriormente la entregan envasada en un puesto ubicado en la plaza de abastos.

El Concello les ha vuelto a ceder recientemente los locales de la escuela de hostelería, en Torneiros, así como el puesto en el mercado municipal. El trabajo de hacer la comida y los ingredientes de cada menú lo aportan solidariamente los propios voluntarios, cediendo parte de su tiempo y dinero en favor de los demás. Su labor tampoco sería posible sin el apoyo de muchos ciudadanos y negocios que les suministran paquetes de alimentos. En la escuela de hostelería disponen de un pequeño almacén para ir guardando toda la comida que van preparando.

Los martes y los viernes se ponen con las manos en la masa para procurar que nadie pase hambre en el municipio. Todos cuentan con carnés de manipulador de alimentos y uno de ellos es cocinero profesional. Reparten más de 200 menús a la semana, una cifra que da a entender que todavía hay muchas necesidades que cubrir en el municipio, sobre todo en momentos como en los actuales, cuando el Concello tiene muy limitada su capacidad de acción social al rechazar el último pleno un suplemento de crédito de 651.000 euros que destinaba partidas para este fin.

Aumento

Valentín, uno de los voluntarios, señala que el número de beneficiarios ha aumentado con el paso de los meses y que durante el pasado verano, cuando interrumpieron su actividad, les echaron mucho de menos.

Afirma ante todo su trabajo constituye es una iniciativa de ayuda entre particulares. La asociación no pide ningún certificado a quien se acerque a pedir comida semanalmente a su puesto en el mercado. Los voluntarios tampoco juzgan los motivos por los que muchos vecinos se ven obligados a recurrir a la ayuda alimentaria. «Tendemos más a juzgar que a ayudar o a cooperar con la gente que lo necesita», afirma Valentín.