El anacronismo

Eduardo Rolland
Eduardo Rolland LA BUJÍA

O PORRIÑO

15 may 2015 . Actualizado a las 09:40 h.

Es triste tener que decir que unas elecciones democráticas son una pésima noticia. Pero no hay otra opción. Porque resultan patéticos los comicios que, el próximo 24 de mayo, decidirán al alcalde pedáneo de Bembrive.

Queda muy claro que nuestros gobernantes apenas han extraído lección alguna de la catástrofe económica que ha vivido este país. Se nos vende reformismo, pero no se reforma nada. Si acaso, se suben unos impuestos y se recortan los presupuestos. Pero de atajar problemas de fondo de la Administración, no hay nada de nada.

Es increíble que, a estas alturas del siglo XXI, sigamos votando al alcalde de una pedanía, un órgano municipal de origen medieval que no sirve para nada. Sucede en Bembrive, al igual que en Chenlo (O Porriño), Mordadáns (Gondomar) Pazos de Reis (Tui), Camposancos (A Guarda), Arcos da Condesa (Caldas de Reis), Berán (Leiro) y Queimadelos y Vilasobroso (Mondariz). Éstas son las entidades locales menores que siguen existiendo en Galicia y que en diez días elegirán a su alcalde pedáneo.

Todos estas entidades del Antiguo Régimen, reguladas por el Estatuto Municipal de Calvo Sotelo de 1924, siguen ahí. Mientras en Europa se unían municipios y regiones, mientras se eliminaba burocracia y administración inútil, aquí no se han tocado ni siquiera las pedanías. Aunque sean una instituciones inútiles e injustas, porque no hay ninguna razón racional para que existan en una parroquia y no en otra, salvo el derecho medieval. A veces parece que por este país aún no pasó ni la Ilustración ni la Revolución Francesa. Es dudoso que nos hallemos en la Edad Contemporánea.

Así que el día 24 habrá elecciones en Bembrive. Que elegirá a su alcalde pedáneo. Se trata de un anacronismo. Que sigue porque, por desgracia, no tenemos políticos.

eduardorolland@hotmail.com

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Las entidades locales menores de 1924 siguen ahí