Vecinos de O Porriño llevan 7 años a la espera de los pisos que pagaron
O PORRIÑO
Las obras de la urbanización Paseo Marítimo ya han concluido pero muchos propietarios tiraron la toalla
11 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Las obras de construcción de la urbanización Paseo Marítimo han concluido, pero las cerca de 70 familias que adelantaron cantidades que oscilan entre los 30.000 y 40.000 euros desconocen si algún día podrán acceder a estas viviendas. La mole de cinco plantas y bajocubierta con 168 apartamentos levantada en pleno centro de O Porriño, donde un día se erguía el Pazo de Ramiráns y su finca de árboles centenarios, comienza ya a deteriorarse por la falta de mantenimiento.
El recinto se encuentra vallado para impedir que los vándalos u okupas accedan a las viviendas pero, aun así, la urbanización ha sido objeto de varios robos, según denuncian los vecinos.
El complejo residencial, en manos del banco malo, va camino de convertirse en una ruina de ladrillos y cemento en el corazón urbano. La razón es que una gran parte de los compradores han tirado la toalla y ya no aspiran a vivir en la que iba a ser una de las urbanizaciones de mayor calidad constructiva de la villa. Esto se debe a que el precio de la vivienda ha bajado considerablemente en el entorno desde que comenzó la crisis económica y, hoy en día, hay viviendas mucho más económicas dentro del radio urbano de O Porriño.
Por otra parte, después de tantos años de espera muchas familias dieron por perdido el dinero que invirtieron en su día y acabaron comprando sus viviendas en otra parte. Tan solo una minoría de los compradores entrarían a vivir en los apartamentos, lo que haría inasumible los gastos comunes para el mantenimiento de esta urbanización privada, lo que contribuye a hacer más inviable la puesta en funcionamiento de la urbanización. Paseo Marítimo comenzó las obras en enero de 2005 y asumió el compromiso de entregar los apartamentos al cabo de tres años. Los compradores firmaron un contrato privado que les obligaba a pagar de entrada el 33 por ciento del valor. A finales de 2008 empezaron a aflorar los problemas y las obras estuvieron paradas por falta de financiación.