Ya comió 8 ejemplares y la Policía Local lleva 13 días intentando localizarlo
17 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Vecinos de As Gándaras le atribuyen a un perro negro el haberse merendado ocho cabritos. Tras semejante papatoria, lo están buscando policías locales y el lacero. De momento, el chucho está en paradero desconocido desde hace trece días. Como le echen el guante, acabará confinado en la perrera y sus banquetes carnívoros se habrán acabado para una buena temporada.
El dueño de siete cabritos devorados pidió la colaboración de la Policía Local para poder capturar al chucho y así reclamar indemnización por los daños. En su denuncia identificó al dueño del perro con el que luego contactaron dos agentes que se desplazaron hasta As Gándaras. Sin embargo no dieron con el can, ni tampoco hallaron resto alguno de los siete chivos que, por cierto, no estaban inscritos en el libro de registro de explotación ganadera. El dueño advirtió a los agentes que no era necesario porque eran para su autoconsumo.
Lo que sí hallaron los agentes fueron unos alpendres en las antiguas instalaciones del club de tenis en las que había varios caballos y seis perros. Ninguno de color negro. El dueño de los animales reconoció que sí tenía un can de ese color, pero dijo que no estaba en la finca. «Seguro que lo tiene el señor P... porque es el que lo cuida porque le tiene mucho cariño», advirtió a los agentes. Ninguno de los seis canes que estaban atados se encontraba legalizado, sin embargo el hombre que fue interrogado por la policía dijo que solo dos de los animales eran de él. Los otros los soltaron en la finca y se quedaron allí, advirtió.
Los cuatro perros que no tenían dueño fueron llevados por el lacero. Los otros dos se quedaron, pero su dueño fue denunciado por infracciones administrativas. No estaban censados en el registro de animales de compañía ni tenían pasaporte sanitario a pesar de ser potencialmente peligrosos, según la policía.
En las fincas de Xestur
Al día siguiente de la redada policial, acudió otro vecino de la zona a presentar denuncia por la muerte de otro cabrito que estaba en una finca próxima a la que se encontraban los otros. Según la Policía Local, las fincas por las que campan las ovejas son propiedad de Xestur, organismo de la Xunta dedicado a la promoción y comercialización de suelo industrial. Los terrenos están cerrados con una valla de dos metros, pero entran los perros y las ovejas sin ningún problema.
Los policías encargados de la investigación localizaron al «señor P...» y le tomaron declaración. Efectivamente dijo que el perro negro lo tenía él, pero advirtió que se le escapó de una finca que tienen en Ombreiro y que no tiene ni idea de dónde puede estar.
A la vista de las declaraciones de los implicados y otras averiguaciones efectuadas por los agentes, estos no pueden determinar cómo sucedieron los hechos. Las gestiones para localizar al can negro continúan. Mientras tanto, el atestado le fue enviado a la jueza Pilar de Lara, la jueza de la Pokémon, por si quisiera adoptar alguna decisión al respecto.