Un pazo de Nigrán del siglo XVII se convierte en hospedería jacobea

Luis Carlos Llera Llorente
Luis Carlos Llera NIGRÁN /LA VOZ

NIGRÁN

El extenso jardín tiene un hórreo de dos plantas y doce metros de longitud.
El extenso jardín tiene un hórreo de dos plantas y doce metros de longitud.

El municipio quiere potenciar el camino luso a Santiago por la costa

08 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El pazo de Pías, situado en San Pedro da Ramallosa, en Nigrán, es un edificio protegido del siglo XVII propiedad de un instituto religioso que se convertirá en hospedería jacobea. La inauguración tendrá lugar el próximo 21 de agosto tras una reforma del inmueble para adaptarse a la normativa. Cuenta con 96 plazas en habitaciones individuales y dobles, algunas con baño propio y otras con aseos compartidos.

Hasta ahora, el recinto era utilizado como casa para ejercicios espirituales de la diócesis de Tui-Vigo y convivencias de colegios. Tras las obras acometidas, las dueñas esperan que se erija en parada fundamental en el camino a Santiago por la costa. Es el único establecimiento del Val Miñor que puede sellar la compostelana oficialmente.

Las propietarias cuentan con el respaldo del alcalde de Nigrán, Juan González, que va a mantener el próximo lunes un encuentro de trabajo con otros regidores del camino costero en el que van a solicitar un mayor apoyo de la Xunta a esta ruta. «Queremos que se señalice y se difunda», señala la concejala de Turismo, Ana Pérez, que considera que el nuevo establecimiento va a constituir una pieza «fundamental» para aumentar el turismo en el municipio y dinamizar el comercio de A Ramallosa.

El coste de las habitaciones para los peregrinos jacobeos será de diez euros mientras que la habitación doble para otro tipo de turistas, con desayuno incluido, costará 50 euros. El dinero que se recaude irá destinado a los fines sociales que desarrolla la congregación. En la década de 1950, Ramona Diéguez Cervela, entonces propietaria del pazo cedió la finca al instituto religioso Apostólicas del Corazón de Jesús. Durante muchos años se ubicó allí el único colegio que existió en O Val Miñor. Después fue usado como casa espiritual donde el obispo José Diéguez mantenía reuniones mensuales con los sacerdotes para evaluar la marcha y los problemas de las distintas parroquias.

El año pasado las ocho religiosas que quedaban, de edad muy avanzada, tuvieron que abandonar la casa por problemas de salud que les impedía atender un recinto de 3.500 metros cuadrados construidos y un jardín de 13.000. La congregación nombró a un gerente, Felipe Rodicio. Los fondos de las pernoctaciones servirán para mantener el pazo, que conlleva muchos gastos, y para los comedores sociales y colegios que el instituto religioso tiene en Madrid, Valencia y África, según señala Grace Morris, que colabora con la institución. Actualmente, la congregación está formada por un centenar de mujeres que prestan ayuda a inmigrantes, prostitutas y personas sin recursos.

Saqueo

El pazo de Pías, también llamado casa de Arias, fue construido en el siglo XVIII por Felix Corea, escribano de Baiona y miembro del Santo Oficio, la temida Inquisición. Su hijo Plácido fue el que impulsó el mayorazgo.

El pazo sufrió el saqueo de las tropas portuguesas cuando invadieron O Val Miñor en 1665. Por eso presenta un muro más alto que otros pazos y un mayor aspecto fortificado.

En la casa vivió y murió José Arias Teijeiro y Correa, magistrado y comandante general de los batallones de voluntarios realistas del Val Miñor. En el siglo XX se adosaron dos pabellones a la casa original y parte del recinto se convirtió en escuela de enseñanza pública.