El alcalde denuncia falta de coordinación y medios en el operativo, en el que los vecinos hicieron un esfuerzo «titánico»
09 ago 2016 . Actualizado a las 18:59 h.Noche en vela en Mondariz. Un incendio decretado pasadas las 22.00 horas obligó a los vecinos de las parroquias de Queimadelos, Meirol, Mouriscados y Vilasobroso a permanecer despiertos para luchar contra el fuego. La Xunta decretó esta mañana sobre las 11.00 que el incendio se daba por estabilizado.
Las llamas se iniciaron en el primero de los lugares y se extendieron con rapidez debido al viento y al ambiente seco que se impone este verano. Según las primeras estimaciones de Medio Rural, la superficie calcinada rondaría las 160 hectáreas.
La situación se agravó por la noche y debido a la proximidad del fuego a los núcleos de población de Cumiar y A Coutada, lo que obligó a la Xunta a decretar alerta de segundo grado, denominado situación 2. La alarma ha sido desactivada pasadas las 10.30 horas.
Según ha explicado el alcalde de Mondariz, Xoán Carlos Montes, la situación fue muy complicada durante la noche y pese a que era previsible que se activaran varias alertas en un día seco y con viento como el de ayer no había suficientes operativos activos en la jornada. «Se se tivera actuado antes non se chegaría a onde se chegou. Chamei a emerxencias por ver se movilizaran a operativos de Vigo porque estaba preto das casas e me dixeron que non. Creo que houbo falta de coordinación», relata el regidor, que se mantuvo en el operativo hasta las 4.00 horas. Xoán Carlos Montes también resaltó la colaboración de los vecinos, que realizaron un esfuerzo «titánico» para evitar que las llamas se propagaran a una zona habitada.
La situación afectó en la noche a la N-120, que tuvo que ser cortada, y al vecino concello de Ponteareas. Según explicó el alcalde, Xosé Represas, «o lume queimou casas pero abandonadas no monte, rodeu viviendas ocupadas, pero non houbo que desalojar».
Este es uno de los primeros incendios grandes de la temporada en el área de Vigo. El último en registrarse fue el incendio de Arbo de la semana pasada, en el que ardieron unas 110 hectáreas y en el que también se temió por varios núcleos de viviendas.
La Xunta movilizó para el fuego originado en Queimadelos a un técnico, seis agentes, 18 brigadas, 16 motobombas y una pala.