Dos empleados del Concello de Mondariz atribuyen sus despidos a causas políticas por ser del PP

mondariz / la voz

MONDARIZ

m. moralejo

Tenían sendos contratos de obra y servicios firmados en la época del anterior gobierno municipal

29 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Dos trabajadores del servicio municipal de limpieza de Mondariz, uno de ellos primo del anterior alcalde, atribuyen sus despido a motivos políticos y piden su readmisión. Los dos empleados han demandado al Ayuntamiento y el juicio se celebrará esta próxima semana. El 16 de enero del año pasado, el regidor Julio Alén convocó un proceso selectivo para contratar dos trabajadores como operarios hasta la finalización del servicio. Los cometidos de estas dos personas serían la recogida de basura y tareas de limpieza. En el pasado mes de diciembre se les rescindió el contrato. El 17 de diciembre el secretario del Concello informó que «previo o proceso selectivo», el 2 de febrero del 2015 por decreto de la alcaldía se fichó como personal laboral con contrato de obra a José Manuel Alfaya Alfaro y a Juan Carlos Alén Otero. Ambos reconocen que son militantes del PP y, en el caso de Alén, fue el encargado de logística de la campaña electoral y es primo del anterior regidor.

En la convocatoria se exigía carné de conducir camiones. Se presentaron cinco aspirantes pero luego renunciaron algunos candidatos al enterarse de que el trabajo consistía en ir en la parte de atrás del camión y cargar con los contenedores para vaciarlos en la gabarra del vehículo.

El anterior teniente de alcalde, José Manuel Espiñeira, del PP asegura que se hizo un contrato de obra porque estaba previsto que la Diputación se hiciese cargo del servicio de limpieza. La Secretaría del Concello de Mondariz emitió un informe en el que señalaba que a modo orientativo el contrato terminaría el 31 de diciembre para que así pudiesen entrar en la plantilla de la Diputación. Con la llegada de Carmela Silva, la presidenta decidió no asumir este servicio. En los contratos firmados por los dos trabajadores no aparece la fecha de finalización. En la carta de despido no aparece la firma de nadie sino un garabato en nombre del Concello. Los despedidos la recibieron y manifestaron su disconformidad.