La Audiencia de Pontevedra juzgará al exalcalde de Mondariz por prevaricación

EFE

MONDARIZ

ANI DE BITTENCOURT

Julio Alén solicitó una subvención de casi 40.000 euros a la Xunta para unas pistas deportivas que supuestamente ya existían

20 may 2016 . Actualizado a las 23:27 h.

La sección segunda de la Audiencia de Pontevedra juzgará el próximo martes al exalcalde de Mondariz Julio Alen por un delito de prevaricación en relación con la solicitud de una subvención para unas obras en base a un proyecto que no se ajustaba a la realidad, según el escrito de la Fiscalía cuyo contenido ha sido divulgado hoy.

Alen, del PP, se enfrenta a una posible inhabilitación para empleo o cargo público durante un periodo de siete años, mientras que la fiscal pide para el entonces arquitecto técnico municipal, A.C.F., tres años y medio de cárcel por un delito de falsedad, además de dos años y dos meses de inhabilitación.

Pistas deportivas

Según el escrito de calificación, Alen solicitó en mayo de 2010 una subvención de casi 40.000 euros a la Xunta para construir pistas deportivas al aire libre supuestamente en una parcela vacía e infrautilizada.

Para ello, la Corporación de Mondariz aportó un plano del lugar y una fotografía de un terreno vacío, en el que no figuraba construcción ni edificación alguna.

Ahora bien, allí había instaladas una pista de tenis y otra polideportiva de propiedad municipal y que constaban inventariadas ya en 2006.

La Fiscalía sostiene que el proyecto subvencionado por la Xunta no consistió en la construcción de ninguna pista, sino en el aprovechamiento del suelo y de elementos ya existentes para hacer labores de simple reparación y mejora.

Alen «conocía estas circunstancias», según el escrito, y «se valió del engaño» en la solicitud para lograr que de este modo la subvención.

Los dos acusados, junto con la representante de la empresa encargada de las obras, extendieron el acta de recepción, aunque la firma de Alen no figura en la misma y fue el arquitecto técnico municipal emitió la certificación de obra por cerca de 50.000 euros.

Devolución

La interventora municipal emitió un informe desfavorable por, entre otras razones, no constar la firma de ningún técnico municipal en el proyecto.

Ese mismo día, Alen resolvió dar continuidad al expediente, pese a no haberse subsanado la falta de firma y a conocer que el proyecto no se ajustaba a la realidad.

El importe de la subvención fue cobrado y aplicado a las obras ejecutadas de este modo, si bien posteriormente fue reintegrado por exigirlo así un expediente de restitución la Xunta, que detectó el fraude.