Caos de tráfico en Moaña tras el incendio del astillero

carlos ponce MOAÑA / LA VOZ

MOAÑA

Los comercios de la zona cortada se quejan de la pérdida de clientes y exigen soluciones al Concello

23 jun 2017 . Actualizado a las 15:37 h.

Cruzar Moaña en coche se ha convertido en una pesadilla. Hace casi dos semanas, desde el incendio del astillero de Casqueiro, que la calle Concepción Arenal está cortada al tráfico desde el centro de salud hasta la rotonda de Salitre para asegurar la zona hasta poder apuntalar la nave quemada. Esto ha provocado, especialmente en horas punta y en los días de mercadillo, que las aglomeraciones de tráfico en esa zona sean muy habituales.

El hecho de que únicamente los residentes y las personas que necesitan ir al ambulatorio moañés puedan cruzar ese tramo de Concepción Arenal ha reducido considerablemente las plazas de aparcamiento disponibles en el centro neurálgico de Moaña, por lo que decenas de conductores deciden aparcar en doble fila dificultando todavía más la fluidez viaria. Las infracciones no se quedan ahí. Algunos conductores se saltan a la torera la restricción y coinciden de frente con los residentes que salen de su calle, en una carretera pensada para un único sentido.

El caos de tráfico y el hecho de que los coches no pueden circular por ese tramo ha generado también efectos negativos en el comercio local de la zona, que reclama una solución urgente al Concello. «Esto es una ruina para nosotros. He perdido casi todos los clientes», se lamenta María del Carmen Juncal, la gerente del quiosco situado junto al centro de salud. Muchos de sus habituales compradores solían parar con el coche frente a su puesto para comprar el periódico y seguir su camino. El cierre de Concepción Arenal ha provocado que muchos de sus clientes se hayan ido a la competencia. «Ahora solo vienen los que pasan caminando», reconoce Gemma Pérez, la propietaria de la tienda de calzado infantil Trasnos, otra afectada.

Como ella hay muchos casos. Cafeterías, comercios de ropa, tiendas de bisutería, carnicerías y otros muchos negocios pueblan una de las zonas más concurridas de Moaña. Los más afectados son empresas que trabajan con alimentación o productos perecederos. La pérdida de clientes ha provocado que tengan que desperdiciar mucha mercancía. «Le voy a pasar la factura al Concello», dice entre la broma y la aseveración Ainhoa Verde, la propietaria de una de las fruterías afectadas por el cierre. Es una de las personas más críticas, y asegura que ni Policía Local ni Concello les ha ofrecido ninguna solución.

Incluso las cafeterías y restaurantes de la zona, que cuando llega el buen tiempo siempre suelen estar a rebosar de clientela, se han visto afectadas por el cierre al tráfico. Chelo Romero, la propietaria de la hamburguesería Beiramar, reconoce que han perdido clientes especialmente los fines de semana. «Nosotros hacemos muchos pedidos para llevar, y si los coches no tienen donde parar, se van a otro sitio». Además, recuerda las dificultades que tienen los proveedores para dejar la mercancía, porque o bien tienen que estacionar lejos del local o bien pueden entrar marchar atrás por el inicio de Concepción Arenal, medida aprobada por el gobierno municipal.

La alcaldesa de Moaña, Leticia Santos, recuerda que no se puede reabrir la calle «ata que se asegure a estrutura do estaleiro». Costas y Patrimonio ya le han dado autorización al Concello para hacerlo, y la regidora asegura que esperan poder apuntalar la nave de Casqueiro cuanto antes. Hasta entonces, las aglomeraciones y los efectos negativos en el comercio continuarán.

«Quero recordar que o corte de tráfico é a consecuencia dun atentado contra o patrimonio galego», añade Santos.

Sospechan que el incendio fue provocado por varias personas

Se detectaron varias huellas en los alrededores de la nave

 

La policía continúa avanzando en su investigación para esclarecer el incendio del astillero de Casqueiro de Moaña. Fuentes policiales y municipales desvelan que se han detectado varias huellas de diferentes personas en los alrededores de la nave la noche del ataque, por lo que se sospecha que fueron varios los autores de lo que el gobierno municipal de Moaña ha calificado como «un atentado».

Sin embargo, apenas se han hecho progresos para identificar a los culpables. «Vai ser difícil», reconoce la alcaldesa. Pese a que todavía no se pueden dar nombres, Leticia Santos tiene claro que el suceso fue provocado por el «clima de crispación» creado por los que quieren que se finalice el paseo marítimo por beiramar. La investigación de lo sucedido la lleva ahora la fiscalía.

La plataforma Beiramar, que reclama que se construya el paseo por el litoral, se desmarcó la semana pasada de estos hechos. Asegura que ni los integrantes del colectivo ni nadie de su entorno tiene los conocimientos necesarios para organizar un ataque de esta magnitud. «Todos los miembros de la directiva actual y de la anterior estamos fuera de toda duda», aseguró la portavoz, Carmen Costa. La plataforma se querellará contra quien le culpabilice del ataque.

Mientras tanto, la familia propietaria del astillero intenta pasar página. «Pouco a pouco ímonos recuperando. Hai que tirar para diante, non nos queda outra», asegura Óscar Riobó. La familia mantiene la esperanza de que se encuentren a los culpables después de que el interior de la nave quedase reducido a cenizas. «As pérdidas son incalculables», se lamenta Riobó.

Los informes de la policía judicial ya habían demostrado que el incendio fue provocado, al haberte utilizado un líquido acelerante para que el fuego ardiera con más fuerza.