Un acusado con antecedentes por violencia de género niega que intentase asfixiar a su pareja en Moaña

Europa Press

MOAÑA

La víctima declara que rompió la relación porque «era agresivo» y le insultaba con frecuencia

21 abr 2015 . Actualizado a las 18:48 h.

Un hombre, con antecedentes por violencia de género, ha negado este martes que intentase asfixiar a su expareja en la localidad pontevedresa de Moaña durante su declaración en el juicio celebrado este martes en la Sección Cuarta de la Audiencia de Pontevedra.

El procesado, Roberto B.A., con antecedentes por violencia de género, se ha sentado en el banquillo acusado de un delito de lesiones, amenazas y detención ilegal, hechos que este martes ha negado durante la vista oral.

El acusado, que trabaja como portero de discoteca en Vigo, está acusado por el Ministerio Público y por el abogado de la presunta víctima, de retener a su expareja sentimental en una zona aislada de monte en Tui. Después, en Moaña, a donde la obligó que lo llevase según declaró la mujer, le apretó el cuello con las manos en tres ocasiones hasta que la víctima perdió la consciencia.

Además, según sostiene la mujer, en el interior del coche la golpeó y la amedrentó diciéndole que tenía una pistola en su casa y que, con ella, la iba a matar y a su familia. La Fiscalía pide que sea condenado a seis años y once meses de prisión por los citados hechos.

Mes y medio de pareja

Durante el juicio, la mujer compareció oculta detrás de un biombo, para explicar que había salido con la víctima durante mes y medio hasta que, dos semanas antes de los hechos, decidió romper la relación «porque era agresivo» y, además, le insultaba con frecuencia.

La supuesta víctima relató entre sollozos como el 2 de noviembre de 2011 se desplazaron en coche en reiteradas ocasiones entre Tui y Moaña, en medio de una discusión que se prolongó durante horas hasta que se produjo la agresión.

Por su parte el acusado negó que hubiesen discutido, afirmó que aquel día llevaba puesto un dispositivo electrónico de detección de proximidad de agresores por violencia de género, por lo que «no quería tener más problemas». De modo que llamó a su expareja «para arreglar las cosas» e insistió ante el tribunal diciendo: «Yo no soy machista».

Según su versión de los hechos, la mujer se «indispuso» durante el tiempo que estuvieron juntos y ha dicho desconocer cómo se hizo los hematomas y múltiples cortes que presentaba al día siguiente, o cómo tenía roto el uniforme de trabajo que vestía «sinceramente no sé porque me denunció», ha declarado.

No obstante, admitió que «estaba asustadísimo» porque ella le dijo que le iba a denunciar, y que consumió cocaína mientras estaba con su expareja. También negó que la hubiese retenido temporalmente en una habitación en su domicilio, hasta que accedió a regresar a Moaña donde un amigo le recogió en una gasolinera.

Este mismo amigo recomendó a la víctima que denunciase a Roberto B.A. «porque está muy loco», relató la mujer, que señaló que solo acudió al médico al día siguiente tras la insistencia de sus familiares, momento en el que se activó el protocolo por malos tratos e intervino la Guardia Civil.