El arquero más polifacético

Xosé Ramón Castro
X. r. castro VIGO / LA VOZ

GONDOMAR

Marco Antonio Melón importó el tiro con arco desde Cataluña y hoy contribuye a su expansión desde Vincios

25 ene 2016 . Actualizado a las 13:40 h.

El tiro con arco ha encontrado en Vincios el lugar perfecto para crecer. De la mano del club Serra de Gondomar y con Marco Antonio Melón como la principal mano ejecutora. A este vigués el arco le entró por los ojos durante su estadía de seis años en Cataluña, y de regreso a casa decidió comenzar a construir una modalidad con múltiples variantes y que engancha desde el primer día. Sin condicionantes físicos ni de edad. Una disciplina al alcance de casi todos.

Los cimientos del club se sustentan en el colegio de Vincios, convertido en cuartel general después de establecer un convenio con la Consellería de Educación a cambio de dar clases extraescolares. «Estuvimos en otro club de la zona, pero al final decidimos montar el nuestro con el apoyo del Concello de Gondomar y de la Consellería de Educación», comenta Melón González. Fue en el año 2014 y desde entonces la entidad ya ha batido un récord de precocidad: ningún otro equipo en Galicia ha sido capaz de reunir tantas licencias (45) en menos tiempo. De un modo paralelo también han comenzado a llegar los éxitos deportivos con Rubén Rodríguez Alleres, uno de los jóvenes del club, como punta de lanza. Además del propio entrenador, que también es un excelente competidor.

Lo que a simple vista puede parecer un deporte que recuerda a la flecha y destreza de Robin Hood, es mucho más. «Es un deporte que también es un arte en sí porque abarca muchos campos, porque hay mucha gente que se gana la vida con él. Unos hacen figuras de goma y otros fabrican arcos de madera, son artesanos especialistas», comenta el entrenador a modo de ejemplo. Hacerse con un arco básico supone un desembolso de unos 50 euros y acceder a uno de madera artesanal puede significar un gasto de 1.500, pero en medio de ambos extremos quedan los arcos de competición que arrancan en unos 200 euros.

El universo en cuestión del que habla Melón incluye además las modalidades que nutren a la disciplina: los campeonatos indoor, el tiro al aire libre (para grandes distancias y que habitualmente se celebra en los campos de fútbol), la especialidad de campo (habitualmente un monte con ondulaciones en donde hay que acertar en la diana) y por último el 3D, la modalidad que hace furor y que consiste en cazar animales de goma por el monte. Marco Antonio, que es un consumado especialista en esta pujante iniciativa, comenta que «cada vez se está poniendo más de moda el tiro 3D, es una cosa muy amena. Esto comenzó en Galicia hace cinco o seis años porque aquí se desconocía totalmente. Lo de las figuras de goma en el monte llama mucho la atención, realmente tirar en un pabellón cerrado es menos ameno, pero el bosque está teniendo mucho auge porque a la gente le gusta pasar una mañana, y de hecho fuera de Galicia ya hay circuitos permanentes».

Con este soporte Marco Antonio está convencido de que su deporte seguirá ganando adeptos y dándose a conocer cada vez más, tanto en Galicia como en su zona. Por lo que a Serra de Gondomar respecta, ya tienen en marcha una campaña de captación con una nueva página web (www.arcoserradegondomar.com), publicitando el club en todos los foros e invitando a todos aquellos que quieren a pasarse por el colegio de Vincios a experimentar. «La gente puede venir a probar sin ningún compromiso y luego para quienes les interese, hacemos un curso de iniciación de dos meses al precio de 40 euros», indica el entrenador mientras informa que «con el arco no puedes tirar en cualquier sitio, solo en un centro homologado. Nadie puede tirar en una playa, un monte o en donde le dé la gana porque el Seprona le puede meter un buen paquete».

Por último, deja claro que el tiro con arco está abierto a todas las edades y fisiologías: «Para poder ser arquero basta con no tener una disfunción del cinturón escapular superior o un problema de espalda severo, nada más. Por lo demás, puedes ser una persona obesa y tirar, eso no tiene que ver». La clave está en que «el arquero es una persona fría, que tiene un temple a la hora de tirar. Es un deporte que si lo pruebas, te quedas para siempre, porque luego entras en el ciclo competitivo y es raro que la gente lo deje, porque te aficionas a fondo».