«Ahora hay hipersensibilidad hacia el acoso escolar, pero siempre estuvo ahí»

María Jesús Fuente Decimavilla
maría jesús fuente VIGO / LA VOZ

CANGAS

xoán carlos gil

Aunque en general se trabaja con las víctimas, el psicólogo Hafdala Mani cree que el agresor también lo es y que hay que trabajar con él

09 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Psicólogo de la asociación Diversidades y experto en mediación entre iguales, Hafdala Mani desarrolla la difícil tarea de formar para evitar casos de acoso escolar y, en último caso, para saber cómo abordarlos.

-¿Cómo funciona la mediación entre iguales?

-Trabajamos en muchos centros para atender conflictos y creemos que asistirlos cuando surgen no es la solución. Entonces pensamos en formar a mediadores. En nuestros grupos involucramos a alumnos, padres, personal no docente y profesorado. Es muy importante que se traten como iguales. Que los adultos se integren con los alumnos y al revés; que estén a la altura de la situación. Es impresionante cómo reaccionan los estudiantes. Hay algunos que tienen desajustes en la autovaloración y al hacer el programa cambian de actitud.

-¿Cuánto dura el programa?

-Son ocho sesiones un día a la semana. Es una formación intensiva. Tiene una parte teórica y mucha práctica con juegos de roles y situaciones de casos reales. Los grupos de mediación no superan las doce personas, pero la formación es de ocho, como mucho, dieciséis en la parte teórica.

-¿Elimina los conflictos?

-El objetivo no es eliminarlos, sino darles un cauce responsable, una perspectiva positiva. Lo novedoso es implicar a todos en el trabajo. El programa intenta que en el grupo estén seleccionados los líderes negativos.

-¿Qué perfil tienen los líderes negativos?

-Suelen distorsionar la armonía de la convivencia, tienen una conducta incipiente agresiva o de burla. Destacan por algo negativo porque no se les ha dado la oportunidad de hacer algo positivo.

-¿Cómo hay que tratarlos?

-Si les tratamos desde lo negativo, se le da importancia. Sin embargo, si se les ofrece un título de mediadores, revierten la energía en hacer algo positivo. Es notable el cambio que dan.

-¿Qué cualidades debe tener un alumno mediador?

-Intentamos que sea extrovertido, que tenga inteligencia emocional, empatía, que sea sensible, capaz de ponerse en el lugar de la otra persona y, sobre todo, que sepa por qué quiere ser mediador. Muchos dicen que para ayudar, pero ¿para ayudar en qué?

-En la actualidad se habla de acoso escolar como si fuera un fenómeno nuevo.

-Personalmente creo que ahora hay una hipersensibilidad hacia el acoso escolar, pero siempre estuvo ahí. Lamentablemente funcionamos por modas.

-¿Da la impresión de que se estigmatiza al agresor?

-El acoso no explota en un recreo. Hay conductas visibles, se va elaborando. Normalmente se trabaja con las víctimas, pero el agresor es otra víctima. Hay que trabajar con ellos. A veces tienen detrás sufrimientos familiares o sociales que les afectan y piensan: «Yo acoso porque obtengo un beneficio grupal de reconocimiento». A no ser que haya una patología diagnosticada. Es importante que sepan que tienen un espacio suyo donde hay confianza, aceptación. El ser humano siempre está buscando la aceptación.

«Tenemos la idea de hacer una escuela de padres, pero necesitamos financiación»

Para Hafdala Mani hay un tema que es de suma importancia: la educación de los padres.

-¿Cómo pueden llegar a tener los progenitores una buena educación?

-Desde hace tiempo tenemos la idea de hacer una escuela de padres. Nos encantaría, pero necesitamos financiación. Nos gustaría que no tuvieran que pagar por asistir o que fuera una aportación mínima.

-¿Es adecuada ahora la educación que reciben los niños?

-Personalmente creo que los niños ahora están muy desprotegidos, les incapacitamos para cuando salen al mundo, que es perverso, porque el mundo escolar lo es. No tienen herramientas. Yo nací en el Sáhara, en un campamento de refugiados. Desarrollábamos nuestras propias habilidades para afrontar situaciones. Tampoco los padres tenían esas habilidades. No era una situación tan catastrófica. Lo resolvíamos nosotros mismos.

-¿De quién es la responsabilidad?

-No es cuestión de buscar culpables. La responsabilidad es compartida. Empieza con el binomio familia-escuela y sigue con el Gobierno, medios de comunicación... Es un problema de todos.

-¿Que le parecería una campaña para fomentar la mediación en los colegios?

-Estaría muy bien para darle visibilidad. Muchos centros desconocen estos programas o les gustaría tenerlos, pero no tienen la manera de implementarlos. Con corazón, vocación y ganas se puede. En el Toural de Vilaboa implementamos todo el proceso. En otros, como el IES Rodeira de Cangas, nos llamaron para hacer uso de la mediación. En el IES de A Guía querían formar alumnos ayudantes.