El fiscal pide dos años de cárcel para los empresarios de un club de alterne de O Morrazo

carlos ponce MOAÑA / LA VOZ

CANGAS

En el local había ocho mujeres extranjeras trabajando sin estar dadas de alta en la seguridad social

12 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El juzgado de instrucción número 3 de Cangas ha tramitado la apertura de juicio contra cuatro empresarios del club de alterne Habana Club, en Vilaboa. La Fiscalía pide para ellos dos años de cárcel por tener a ocho empleadas sin estar dadas de alta en la Seguridad Social. Los tres socios acusados no tienen antecedentes penales, mientras que otro de los acusados, A.T.C., administrador y que ejercía como encargado del local, sí los tiene.

El 18 de marzo del 2015, la Brigada de Extranjería de Pontevedra realizó una inspección en el club, situado en la carretera nacional N-550 que une Vigo con Pontevedra, donde identificó a ocho empleadas extranjeras, la mayoría procedentes de países de la Unión Europea, que trabajaban sin seguro. Todas ellas se encontraban con permiso de residencia en regla, ninguna residía en España en situación de irregularidad. El resto de trabajadores del centro, dos camareros, una cocinera y uno de los acusados, que trabajaba como encargado, sí estaban dados de alta en la Seguridad Social. Los hechos son constitutivos de un delito contra los derechos de los trabajadores.

Además de la pena de prisión, el fiscal también solicita para los acusados nueve meses de multa con una cuota diaria de 20 euros. Por responsabilidad civil, deberán además indemnizar a la Tesorería General de la Seguridad Social en la cantidad que se determine en la sentencia por las cuotas de las empleadas no dadas de alta durante el tiempo que trabajaron en el local.

El fiscal solicitó la apertura de juicio oral ante la Audiencia Provincial, que se celebrará el próximo lunes en la sección segunda.

Reincidente

No es la primera vez que el Habana Club se ve involucrado en inspecciones policiales. En febrero del 2011, durante un registro, la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras identificó a trece mujeres procedentes de otros países, básicamente del este de Europa y de Sudamérica, que se encontraban trabajando en el citado club.

En esa redada, en concreto, fue detenida una joven nigeriana que era la única que en ese momento estaba en España en situación de irregularidad, sin permiso de residencia.