Cangas-Vigo, «a fulespín»

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera CANGAS / LA VOZ

CANGAS

El cierre del corredor de O Morrazo dispara el número de usuarios de barco por la tarjeta de transporte

19 ene 2017 . Actualizado a las 18:09 h.

La joven Stefany Sutil realizó hace cinco meses una larga travesía cruzando el Atlántico desde Venezuela. Tuvo que abandonar su convulso país natal y «comenzar una nueva vida», confiesa con sus enormes ojos humedecidos. Ahora cada día hace un viaje mucho más corto para ir a trabajar. Vigo y Cangas solo están a 15 minutos en barco. Las expediciones que parten a primera hora de la mañana tardan apenas un cuarto de hora en atravesar la ría. Van a toda máquina. O «a fulespín», como suelen decir los marineros en traducción libre del inglés. La naviera Mar de Ons señala que estos viajes son más rápidos que el resto de frecuencias, «van a una mayor velocidad porque es gente que quiere llegar pronto a trabajar, al hospital...». Stefany tiene una de las más de 10.000 tarjetas del transporte metropolitano que han disparado, junto con las obras del corredor, el número de usuarios de los barcos.

El corte del vial que lleva a Rande provoca atascos y que el viaje a Vigo en coche dure hasta una hora. Con las obras en marcha «hay un aumento de tráfico de pasajeros», señalan en la naviera. Esta circunstancia supone un empujón más a la implantación de la tarjeta de transporte metropolitano que permite que ir en barco por 1,30 euros frente a los 2,20 que cuesta el billete ordinario.

En la estación marítima, Sergio Fernández Iglesias se hace esperar. El padre de este cangués le aguarda en el muelle para regresar juntos a casa. «Tengo la tarjeta metropolitana desde que salió», asegura el joven. Obtener el plástico azul con el logotipo de la Xunta y Abanca le costó dos euros. Este mozo de 19 años se traslada diariamente a Vigo para preparar unas oposiciones. Opta a una plaza en el Cuerpo Nacional de Policía. La primera convocatoria no le fue bien, pero no ha tirado la toalla y continúa con la preparación. Iglesias se lamenta de que, aunque el transporte en barco le sale muy barato, «el billete de Vitrasa me cuesta 1,32 euros». Piensa que Vigo ya debería estar involucrado en el sistema que permite abaratar los desplazamientos. «Hay muchas personas que van a trabajar a Vigo y se dejan mucho dinero en los desplazamientos. En A Coruña solo pagas por el bus 80 céntimos. Si te desplazas todos los días a Vigo y tienen que usar el Vitrasa para la ida y la vuelta y desembolsas una gran cantidad al cabo del año», dice.

Aunque la tarjeta metropolitana lleva el logo de Abanca, paradójicamente uno de los abogados de la entidad financiera, José María Covelo, aún no dispone de ella. Dice que el barco es muy cómodo para desplazarse al juzgado, que se encuentra cerca de la estación marítima de Cangas: «Es un transporte mucho más práctico que el coche». Arrebujado en su abrigo mientras la brisa helada y salitre del mar corta los labios, Covelo señala que «los ciudadanos somos los que sufrimos las disputas políticas. Seguro que si el alcalde de Vigo y la Xunta fuera del mismo partido, el tema del transporte estaría resuelto».

A la Patagonia

Al mediodía es hora punta en la estación marítima de Cangas y los ferris ocupan buena parte de las instalaciones portuarias. En un flanco hay barcos atracados de Nabia y en el otro de su competidora Mar de Ons, y en el frente los de Rías Gallegas, otra de las empresas que presta el servicio y que forma parte de la flota de Mar de Ons. El pantalán flotante oscila suavemente al paso acelerado de bicicletas, jóvenes cargados con mochilas y algún turista con maletas.

Es el caso de Marcelo González, que ha estado en Cangas pasando una temporada con sus padres y regresa a Chile. González aguarda el barco de la mano de su madre, Luisa Galaz. Marcelo es publicista de profesión pero se ha convertido en un profesional de los viajes de aventura por la Patagonia chilena. La ola de frío que recorre la Península le da aliento a regresar a su país adoptivo, «donde estamos en pleno verano». González y su madre pagan 2,20 euros por trayecto al no tener tarjeta metropolitana. Luisa Galaz explica que no la tiene porque se desplaza poco a Vigo: «Hoy voy porque me lleva mi hijo». Irene Blanco también se desplaza por motivos familiares. Considera que el servicio en barco es «muy bueno, más rápido que el coche», señala mientras pasea y otea el horizonte.

10.025 tarjetas

Crecimiento

El número de usuarios de tarjetas de transporte en Cangas ha crecido un 42 % en un año.